Temporal en Asturias | Día de limpieza en el oriente asturiano tras el temporal

Tras permanecer más de doce horas incomunicadas, hasta casi la medianoche, los vecinos de la pequeña aldea de San Martín ya podían hoy salir de la misma por una carretera que ayer volvió a quedar completamente anegada. También a apenas unos cientos de metros, en la zona donde se ubica la quesería Bedón, el agua rebasó el cauce, si bien no hubo que lamentar daños. Eso si, el propietario del negocio insistía esta mañana en la importancia de que se limpien los ríos para evitar que el material que arrastran provoque tapones y desbordamientos.

Precisamente eso fue lo que sucedió en la localidad riosellana de Vega, donde cerca de sesenta vecinos quedaron igualmente incomunicados durante horas. Hoy, recuperada la calma, se afanaban en limpiar las calles mientras vigilaban preocupados el puente sobre el río El Acebu, el origen de todos los problemas. «Ni limpian ni dejan limpiar y las ramas y los troncos taponan el cauce por debajo del puente, con lo que todo el agua se sale hacia el pueblo, inundando el acceso», explicaba Jorge Cerra. Él mismo tuvo que sacar ayer con su tractor a varios vehículos atrapados por el agua.

También en territorio cangués, en la localidad de Agüera, perteneciente a la parroquia de Margolles, ayer se repetía una escena a la que tristemente los vecinos están acostumbrados. Después de que un temporal dañase seriamente el puente sobre el río Zardón en 2016, «cada vez que llueve fuerte el agua salta por encima y ese acceso queda cortado», explica Alba Sánchez. El otro camino que comunica la localidad con la vecina de Llano de Margolles, agregó, quedó también anegado, con lo que cerca de una quincena de vecinos permanecieron incomunicados durante todo el día, viéndose obligados algunos de ellos a pernoctar en casa de amigos y familiares. Este mediodía se desplazaban hasta la zona operarios municipales para retirar el amasijo de troncos que cubrían el maltrecho puente y tratar de recolocar las losas de hormigón para hacerlo transitable.

En el río Sella, los niveles volvían hoy a la normalidad, mientras los vecinos respiran aliviados por el desastre evitado. Ocurre por ejemplo en Arriondas, la villa que suele salir peor parada de las avenidas. En esta ocasión, los daños se limitan a algunos garajes inundados en el barrio de El Barco. No obstante, el temor generado entre los habitantes a cada crecida del río sigue latente en una localidad que en las grandes inundaciones de 2010 quedó totalmente anegada. «Anoche a las doce todavía bajamos a mirar el río», cuenta Braulio Ricote, madrileño afincado en el barrio de la capital parraguesa. «Ya siempre te esperas lo peor», respaldó Ofelia Rodríguez.

El primer temporal del otoño se cebó con el Oriente asturiano. Las fuertes lluvias dejaban ayer en la comarca un auténtico reguero de carreteras cortadas, argayos, inundaciones e incluso poblaciones aisladas -al menos siete sufrieron problemas en sus accesos en los concejos de Llanes, Ribadedeva, Ribadesella y Cangas de Onís- y el cierre de la conexión por tren con Cantabria. El concejo más afectado fue el de Llanes, donde la alcaldesa en funciones, Marián García de la Llana, activaba el plan de emergencia municipal, a primera hora de la mañana. Unas horas después, a las 13.20, la consejera de Presidencia, Rita Camblor, hacía lo propio, en fase de preemergencia, con el Plan Especial de Protección Civil ante Inundaciones del Principado de Asturias.

Solo en el concejo de Llanes fueron una decena las carreteras afectadas a lo largo de la jornada. Entre ellas la de La Pereda, que a primera hora quedaba cubierta por el desbordado río Pedrosu. Antes del mediodía la crecida del Calabres obligaba igualmente a restringir el tráfico en la vía que une la zona de La Corredoria, en Posada, con la localidad de Bricia, y también un descontrolado Ereba se desbordaba invadiendo en algunos puntos la carretera de Cuevas del Mar. Eso sí, el punto más crítico estaba en el acceso a la playa y el entorno de la cueva, completamente anegados y donde la fuerza con la que bajaba el río comenzaba a socavar la misma vía que ya a principios de año quedó destrozada durante otro temporal.

Muy problemática fue también la crecida del río Bedón, que a su paso por la localidad de Debodes se llevó por delante un vehículo estacionado en la calle y, ya cerca de San Martín, anegó el principal acceso rodado del pueblo, dejando prácticamente aislados a sus vecinos, quienes solo podían salir por una pista forestal.

También los accesos a Purón, Caldueño y Soberrón permanecieron cortados varias horas por argayos y caída de árboles, y el peligro de desbordamiento del Carrocéu obligó a cerrar el paso a la zona de Las Marismas, en Llanes capital.

Otros concejos de la comarca, como Colunga, Ribadesella y Ribadedeva, resultaron también afectados de forma importante, con inundaciones y carreteras afectadas. La crecida del río Acebo dejaba aislada a la localidad riosellana de Vega y sendos argayos hacían lo propio con Andinas (Ribadedeva) y la carretera del Fitu.

Gijón fue otro de los municipios asturianos en los que se dejaron sentir las intensas precipitaciones. La peor parte se la llevó la zona del Parque Fluvial, en Viesques. El agua anegó las zonas verdes en prácticamente todo el espacio público, llegando a alcanzar medio metro de altura en algunos puntos. También varias carreteras de las parroquias de Cabueñes y Castiello se vieron afectadas por acumulaciones de agua, si bien, según se explicó desde el Ayuntamiento, «no se produjeron incidencias importantes». El río Piles arrastró grandes cantidades de barro y ramas hasta la playa de San Lorenzo, donde otra vez fue visible una mancha marrón que cubría gran parte de la bahía.

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, indicó que la incidencia del temporal en la región no fue demasiado importante. Informó de que «hay alguna ocupación de agua en carreteras locales, pero que no podemos llamar inundaciones» y puso como ejemplo al concejo de Colunga. También explicó que «la carretera N-634 estuvo cortada un rato porque cayó un árbol que afectó a las dos calzadas», si bien el problema se solventó con rapidez. En cuanto a los caudales de los ríos, Losa remarcó que «no ha habido desbordamientos más allá de ocupaciones de la ribera de algunos ríos».

Según las distintas estaciones meteorológicas distribuidas en la región, las mayores precipitaciones se registraron en Colombres (Ribadedeva), con 96,8 litros por metro cuadrado, y Buelles (Peñamellera Baja), con 79,2. En Nueva de Llanes cayeron casi 70 litros por metro cuadrado en solo doce horas. En Gijón las lluvias también fueron abundantes, con 45,5 litros por metro cuadrado, mientras que en Oviedo se llegó a 24,8, y en el aeropuerto de Asturias, a solo 9,2.

Finalizado el episodio de lluvias intensas que afectó fundamentalmente a la zona oriental del Principado de Asturias y vista la situación hidrológica y las previsiones meteorológicas para las próximas horas, la Consejera de Presidencia, Rita Camblor ha desactivado a las 08.53 horas de este jueves el Plan Especial de Protección Civil ante Inundaciones del Principado de Asturias (Planinpa) en fase de preemergencia.

El Planinpa fue activado a las 13.20 horas de ayer miércoles dada la situación de algunas zonas del Principado, principalmente del oriente, que se vieron seriamente afectadas por las lluvias.

Durante su vigencia el Centro de Coordinación de Emergencias realizó un seguimiento continuo, tanto de los parámetros meteorológicos, como hidrológicos, y se mantuvo permanente contacto con los organismos encargados de facilitar información necesaria para seguir su evolución.