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GLORIA POMARADA
BELEÑO.
Jueves, 14 de enero 2021, 02:14
La nieve primero y el hielo después han complicado hasta el extremo el día a día en el concejo de Ponga. Pese a los esfuerzos de Ayuntamiento y vecinos, los accesos a pueblos como Casielles o Viboli siguen intransitables y, ante esa circunstancia, el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Cangas de Onís no dudó en ponerse los esquís para ayudar a los residentes aislados ... . Fue la alcaldesa, Marta Alonso, quien tras su habitual ronda telefónica con los vecinos alertó de la necesidad de suministrar medicinas al único habitante de Biamón. Tras las oportunas gestiones con el médico por parte del Ayuntamiento, los 'greimen' recogieron las dosis en la farmacia de Santillán, en Amieva, y pusieron rumbo a los pueblos afectados. El estado de la carretera les impidió llegar en todoterreno, por lo que completaron el recorrido sobre los esquís. En Casielles aprovecharon para dejar el pan a sus dos únicos habitantes, dirigiéndose después a Biamón, donde Mariano Hortal recibió tanto el pan como sus medicamentos. Desde allí se encaminaron a Viboli, cruzando Peña Salón y adentrándose en «terreno de alta montaña, con fuertes pendientes y peligro de aludes», explicaban. En esa localidad suministraron víveres a sus cinco vecinos y proveyeron de medicamentos a Balbina Tomás, una vieja conocida del GREIM, pues ya en febrero de 2018 realizaron el mismo servicio.
En todos los pueblos atendidos, los agentes proporcionaron además otro bien escaso en estos días de aislamiento: un poco de conversación. El camino de vuelta lo realizaron por el desfiladero de Los Andamios, «con numerosos aludes y nieve muy dura». En total, cinco horas de travesía, trece kilómetros con esquís y un desnivel de mil metros.
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La alcaldesa confía ahora en que el tiempo dé una tregua para «recuperar la normalidad». Para ello, distribuyen ya las tres toneladas de sal donadas por la sociedad de pescadores Las Mestas del Narcea y un particular. «Hay placas de hielo en todo el municipio y hay sitios en los que si vas a abrir te arriesgas a una desgracia», recuerda. Algunos accesos, como el de Viboli, cuentan con un solo carril y ni siquiera cabe una pala. «Además hay riesgo de aludes», indica Alonso. Eso sí, la adversidad ha sacado en Ponga lo mejor de los vecinos. «Nunca nos faltó gente para ayudar», agradece.
Otro habitante que precisó ayuda fue René Alonso, de Gamonéu de Onís. Como él mismo relató el martes en este periódico, los agentes le acompañaron hasta Soñín para cebar a su yegua, 'La Estrella'. Fue localizada en la pista de Camba, «empozada en nieve», según indicaron desde el instituto armado. Al no poder bajarla, le buscaron una zona de abrigo y la dejaron provista de forraje.
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