Temor a la caída de ventas en las tiendas ya que «muchos bares no abrirán»

Con resignación afrontan los cangueses el cierre perimetral del concejo entrará en vigor mañana. Aunque no exista un cierre impuesto ni a la hostelería ni al comercio, ambos sectores conviven entre ellos y son consciente de que hay que frenar el avance del coronavirus, pero también reclaman más conciencia social. «El coronavirus lo erradicamos las personas, no la hostelería», afirmó, sin ocultar su preocupación el presidente de la Junta Local de Hostelería, José Manuel García, que recordó que el sector cumple con las medidas sanitarias.

«No hay forma de subsistir solo con terrazas. Nos vamos a la ruina. Trabaja un 30% del negocio y la comida para llevar es un complemento cuando estás al 100%», argumentó García, que recordó que en pleno invierno las terrazas «no se llenan» para que salgan las cuentas. Pese a todo, es consciente de que la salud es prioritaria y que a la covid-19 «hay que atajarla como sea, pero cerrar por cerrar y sin ayudas no sirve para nada», aseguró el representante de los hosteleros cangueses que teme que la primavera llegará con cerca de la mitad de los negocios del sector cerrados.

En el comercio cangués tienen claro que van de la mano de la hostelería. Tanto es así que desde la gerencia de Apesa, la Asociación de Profesionales y Empresarios Autónomos del Suroccidente Asturiano, consideran que «el movimiento en las calles va a ser menor ya que muchos de los bares no abrirán, lo que repercutirá en el pequeño comercio», indica su gerente, Alfonso García. Ante esta situación, confían en que la recién creada plataforma de venta 'online' contrarreste el descenso de las ventas en los locales. Entienden la situación y confían en que los vecinos tomen conciencia. «Esperamos que sea el último empujón para poder tener una campaña normal en verano», apunta García, satisfecho con el apoyo de los cangueses al comercio local durante la campaña navideña.

El alcalde cangués, José Víctor Rodríguez, hizo un llamamiento a la responsabilidad individual para revertir cuanto antes la situación y no precisar una nueva prórroga.