El teletrabajo, «salvavidas» de las viviendas de uso turístico sin actividad durante la pandemia

«Todo lo que sea crecer, es bienvenido, pero nosotros partimos de cero». Los propietarios de las Viviendas de Uso Turístico (VUT), convertidas en un alojamiento al alza antes de la pandemia, comienzan a cambiar los números rojos de sus libros de contabilidad. Las restricciones de movilidad de la covid y «que no se nos incluyera en otra categoría fiscal, en un epígrafe que nos perjudica a la hora de solicitar las ayudas», les dejó sin clientes y sin respaldo económico público para poder salvar las pérdidas.

«Nunca hemos querido subvenciones, pero sí compensación por el trabajo que no podíamos hacer. Pero solicitar las ayudas cambiando de epígrafe nos hubiera obligado a cerrar a todos». Así lo asegura Manuel Herminio García, que preside la asociación de VUTs en Asturias.

Una fórmula vacacional que aglutina a más de mil propietarios en el Principado, aunque muchos optaron, durante los momentos más duros de la pandemia, por pasar al alquiler convencional.

Aotros les salvó, explica García, «darse de alta como alojamientos esenciales, para atender las necesidades de los viajeros que tenían justificación laboral, judicial, sanitaria o por cuidado de un familiar».

Asimismo, destaca, tuvieron como «salvavidas» a un cliente surgido de la pandemia. «El teletrabajo generó clientes, como también lo hizo en los hoteles, que ofrecían plantas para el teletrabajo y wifi gratis», explica.

La entidad, afirma el presidente de la asociación, que «ahora somos más» y tiene claro que «en cuanto comencemos a funcionar con normalidad, podremos hacer algo para tener el lugar que nos corresponde».