La consejera defiende la subida de la tasa de basura como un «incentivo económico» para que los asturianos reciclen

Roqueñi explicó esta mañana en sede parlamentaria que se trata de una solución «provisional» y apuntó que lo «lógico» es que sea Cogersa, y por lo tanto el ámbito público, quien se haga cargo de completar este proceso de valorización del CSR, tal y como también reclama IU-Convocatoria por Asturias, socio de Gobierno. Coge por lo tanto fuerza la opción de que Cogersa construya una nueva planta para la quema de este combustible. «Por eso nos tendríamos que alegrar de que Cogersa tenga unas cuentas saneadas y pueda hacer frente a este tipo de inversiones», apostilló la consejera en respuesta al diputado de Foro, Adrián Pumares, quien previamente había declarado que a la sociedad «le chirría» que se suba «salvajemente» el recibo de la basura mientras el consorcio tiene una reserva de más de 50 millones de euros.

Roqueñí negó que el incremento de la tasa (un 43%) a los ayuntamientos fuera «salvaje», si bien recordó que era conocido por todos que el modelo de gestión de residuos adoptado en Asturias al renunciar a la incineradora suponía un incremento de los costes. No obstante, defendió que la subida del recibido también supone un «incentivo económico» a la sociedad para apostar por el reciclaje. «Me alegro de que los ciudadanos vayan sabiendo lo que cuesta el tratamiento de los residuos, porque tienen en su mano pagar menos si optan por el reciclaje en sus casas», declaró.

Por último, Roqueñí aprovechó su intervención para subrayar el «esfuerzo» realizado por el Gobierno regional para apoyar a los ayuntamientos a minimizar el impacto sobre la ciudadanía de los costes de gestión de los residuos y, concretamente, se refirió a los ayuntamientos de Gijón y Oviedo, cuyos gobiernos fueron especialmente críticos con la decisión de Cogersa de incrementar sus tarifas. Roqueñi cifró en 4,4 millones las ayudas que recibieron ambos consistorios entre 2022 y 2023 para impulsar la recogida de basura, la gestión de puntos limpios y, en el caso de Gijón, para la limpieza de las playas.