Un 60% de los MIR de la última promoción seguirá en Asturias, pese a «necesitarlos a todos»

También su compañero de especialidad, Sebastián Fernández, de Vegadeo, quisiera quedarse a trabajar en su tierra. Lo difícil, reconoce, es hacerlo en unas condiciones mínimas de estabilidad. «Esperemos no tener que decir adiós y que podamos seguir ejerciendo aquí en Asturias», confiaba también Ana Rubio Granda, residente de Pediatría.

Unos y otros fueron protagonistas este viernes de los respectivos actos de despedida –o galas de reconocimiento– que el HUCA y el Hospital Universitario de Cabueñes organizaron a sus respectivos residentes. Son en su mayoría MIR, médicos, pero también hay farmacéuticos (FIR) y psicólogos (PIR). «Ojalá se quedaran todos», expresaba en Gijón el jefe de Estudios del Área Sanitaria V, Arturo Martínez, en un deseo que encontraba reflejo en las palabras que Mauricio Telenti, médico jubilado, pronunciaba a su vez en el Hospital Universitario Central de Asturias: «Espero que todos encontréis trabajo aquí y os quedéis en Asturias, porque todos sois necesarios». En el Área V –que abarca Gijón, Carreño y Villaviciosa– «la gerencia está haciendo todos los esfuerzos» para que así sea, aseguraba Martínez.

A falta de datos oficiales –hasta dentro de unos días no se sabrá la cifra definitiva– el Sindicato Médico del Principado de Asturias (Simpa) calcula que serán en torno a 125 de los 220 médicos que concluyen su residencia estos días los que acaben trabajando para el Sespa, cuarenta de ellos en Atención Primaria. Desde el sindicato consideran que, si bien «se esta haciendo un esfuerzo» por parte del Sespa, «no es suficiente». Y eso porque, a su juicio, «las condiciones no parecen ser lo bastante atractivas para fidelizar el número de residentes que nos permita siquiera empezar a abordar las necesidades asistenciales actuales. El horizonte de 2025 sigue encapotado».

Influyen en esa decisión de «quedarse o no» las preferencias personales, pero también las condiciones de los contratos que se les ofrecen. O situaciones como la que enfrenta Pedro Pinzón, colombiano que se ha especializado en Neurología en el Hospital Universitario de Cabueñes y que, como el resto de compañeros extracomunitarios, precisamente por esta condición no tiene acceso a la bolsa pública de empleo. Su opción más inmediata es la sanidad privada, porque él tiene claro que quiere quedarse en España y en Asturias, donde tiene pareja.

«A los médicos extracomunitarios no podemos contratarlos a pesar de formarlos. Es algo que tienen que intentar arreglar porque no es de recibo que se nos vayan fuera el 10% de los profesionales. En otras comunidades no ocurre. Al final es un esfuerzo el que hacemos por formarlos y debería revertir en nuestra sociedad», comentó al respecto el jefe de estudios del Área V.