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Emocionada pero con la entereza de quien se sabe respaldada por la familia y por infinidad de amigos y conocidos que a través del teléfono o de manera personal en el tanatorio gijonés le han trasladado el pésame, Soledad Saavedra ha tenido unas palabras ... de recuerdo para su marido. «Era un guerrero que se murió en el campo de batalla». Asegura que Vicente Álvarez Areces «jamás, jamás renunció a sus creencias profundas, a sus valores profundos, a su honestidad y a su lealtad».
A partir de ahí a Soledad Saavedra se le ha quebrado la voz y se ha disculpado antes los medios de comunicación: «No puedo decir nada más. No sabéis el esfuerzo que estoy haciendo. Gracias a todos vosotros por el apoyo».
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