«Del socialismo se sale»

Jorge Hurlé, uno de los colaboradores más implicados en el PP gijonés, relataba ayer que «fue impresionante la cantidad de gente que se acercaba a ella a saludar, a decirle que lo está haciendo muy bien y que 'si se podría clonar para dejar una Díaz Ayuso en Asturias'». El propio presidente del PP de Gijón, Pablo González, que ultimaba en el Bellavista la organización del encuentro, fue testigo desde el restaurante del gentío que se agolpó y salió a recibir a la presidenta madrileña. «Me comentó -indica Pablo González- que le sorprendía que la gente de Gijón le decía mucho 'bienvenida', como si viniese para quedarse, y que eso no es así en otras regiones».

La escena se repitió ayer por la mañana. De hecho, el acto tuvo que retrasarse cerca de un cuarto de hora, puesto que la presidenta también decidió llegar caminando desde el hotel al Bellavista, y fue llamativa la cantidad de gente que se acercó a saludarla y, cómo no, a reclamar el consabido selfi. Ella puso buen gesto en todo momento y a cada uno de quienes se acercaban le preguntaba por «¿cómo se encuentra hoy?».

El baño de masas prosiguió tras el acto. A su personal de gabinete, Isabel Díaz Ayuso le mete en problemas por su disposición a dar tiempo a todo el mundo a acercarse a ella. Y en el paseo marítimo fueron muchos los que esperaron a que la presidenta madrileña acabase de atender a los medios de comunicación (interrumpidos por un «¡Guapa!» lanzado al paso por el carril bici por un entusiasta ciclista, que generó no pocas sonrisas) y por comentarios del tipo de «ye la mejor», «hacíanos falta tener una así en Asturies», «¡Ay, madre! ¡Qué blanquina está! Va a tener que quedarse en Gijón a tomar el sol» o el indispensable «pues en persona es más guapa que en la tele». El equipo de Ayuso sabe muy bien el valor que tiene la imagen, y sobre la marcha se decidió aprovechar el tiempo restante entre el encuentro empresarial y la espicha que se celebró a mediodía para los afiliados para darse un paseo por Begoña y tomar un café en una terraza. Y un nuevo baño de masas. Un dirigente popular lo contaba luego de forma muy expresiva: «Chico, fue todo 'foto, foto, foto, foto'».

Su llegada a El Llagar de Castiello también cosechó vítores. Una pancarta la recibió a la entrada porque «ella se merece este recibimiento y mucho más». «¡Menudo recibimiento!», celebró también Teresa Mallada, claramente satisfecha por el éxito de convocatoria del acto en el llagar, en exclusiva para militantes del partido, y en el que se volvió a escuchar el mantra que la presidenta del Gobierno madrileño ha popularizado en sus últimos actos: «Del socialismo se sale», dice Ayuso, y para cerrar el acto del Bellavista Mallada lo recogió como resumen y casi lema de precampaña.

Ante los micrófonos de los periodistas, Ayuso se mostró también rápida de reflejos y bien informada de la casuística de la región. Así, cuando se le cuestionó por el peaje del Huerna, anotó que «ayer -por el jueves-, cuando veníamos por esa autopista, me dijeron que es la más cara de España, y eso es algo que resolver». Y sobre la polémica de moda sobre el alcohol en los menús, lanzó un órdago al Gobierno: «Mejor se dedicaban a luchar contra el tráfico de drogas». Directo a la mandíbula.