Vecinos de La Fresneda denuncian nuevos daños en sus casas por la obra del instituto

La construcción del nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de La Fresneda continúa generando críticas por parte de vecinos de la urbanización. En concreto, de los inquilinos de las doce viviendas del Camino de la Viesca que denuncian que la excavación del nuevo edificio ha dejado una porción de terreno -entre sus casas y un muro de contención- sin rellenar, lo que les está provocando «hundimientos en los jardines de las viviendas y grandes grietas en el interior de las mismas».

«Tenemos miedo de que las casas se terminen hundiendo», aseguraron con preocupación los afectados. Exigieron a las administraciones y a la constructora que garanticen «la prevención y la subsanación» de los desperfectos que las obras han causado hasta la fecha.

Haciéndose eco de estas quejas, el Grupo Parlamentario de Ciudadanos realizó una pregunta a la Consejería de Educación en relación a la situación. La titular del área, Carmen Suárez, aseguró en su respuesta que, por el momento, «se ha modificado el trazado del muro de contención, alejándolo aún más de las viviendas, y que se han colocado testigos en las fisuras para detectar posibles movimientos». Además, continuó, «los daños son estéticos y en ningún momento peligra la seguridad de las fincas».

El problema salió a la luz el pasado julio, cuando notaron los primeros síntomas de los movimientos de tierra. En ese momento, las tres viviendas afectadas advirtieron a la Policía Local de Siero, que decidió paralizar la obra tras realizar una inspección. «Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando nos enteramos de que, horas más tarde, el alcalde de Siero, Ángel García, había dado la orden de seguir con la construcción», indicó uno de los vecinos, Sebastián Menéndez. Ironizó con que «antes mi jardín era llano». El paso del tiempo hizo que el problema se extendiese a más propiedades».

Los vecinos, ahora, discrepan con la versión de la consejera: «Es cierto que se colocaron testigos, pero muchos de ellos han cedido y por aquí no volvió a pasar nadie. Todos nos dan largas, se pasan la pelota de unos a otros mientras nuestra preocupación y las deficiencias van en aumento». Alejandra Rodríguez vive de alquiler en una de las viviendas más afectadas y tiene claro que se marchará de su viviendas si la solución no llega «pronto».