Pedro Carcedo. E. C.

Siero despide a Pedro Carcedo, histórico militante de Izquierda Unida y del PCE

«Era un férreo defensor de los derechos y la justicia social», aseguran sus compañeros de partido

Clara G. Santos y M. J.

Oviedo

Viernes, 2 de junio 2023, 00:36

Adiós a un hombre que siempre luchó por la justicia social, dentro y fuera de su tierra. Siero amanecía este jueves con la triste noticia del fallecimiento del histórico militante de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España, Pedro Carcedo Cabeza, a los 77 años.

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Natural de Soto de Agues tuvo siempre las cosas muy claras. Sabía que no quería quedarse cuidando vacas toda su vida, estaba abierto a conocer el mundo. Con esa inquietud por montera, a los 16 años, hizo las maletas y emigró a Suiza. Casi sin darse cuenta se vio trabajando en una fábrica de esferas de relojes. Allí entró en contacto con el sindicalismo al descubrir en propias carnes que la empresa no cumplía ni con las horas ni con los contratos de los españoles. La injusticia prendió la llama de su conciencia de clase, pero sus superiores no se quedaron de brazos cruzados. Tras varias llamadas de atención, le mandan un ultimátum en forma de misiva. Su negativa se tradujo en quince días a la calle.

Carcedo termina dejando el trabajo y buscando otros, sin ningún éxito debido a su reputación y los informes desfavorables de la anterior empresa. Ello le llevó a mudarse a París en busca de mejores oportunidades laborales. Una vez allí, no perdió de vista el avance del PCE. Fue testigo -de forma indirecta, por la obligada distancia- de cómo la agrupación iba tejiendo sus redes y llevando a término acciones contra el régimen franquista. Aquellos años de militancia en el PCE fueron determinantes para afianzar el compromiso político del emigrante asturiano

Una de las operaciones que el propio Carcedo relataba a EL COMERCIO en 2018 era la toma del consulado español en 1966. Recordaba el asturiano las ordenes precisas de sus superiores: la operación no podía durar más de doce minutos, que era lo que tardaría la Policía en llegar. Se trataba de denunciar internacionalmente que en España existía, en sus propias palabras, «una represión de la hostia».

Ya jubilado, de vuelta al Principado de Asturias, Pedro Carcedo seguía manteniendo relación con sus viejos camaradas del Partido del Trabajo de Suiza que todos los años bajaban a Asturias a recordar los tiempos de la otra 'resistance'.

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Tras conocer la noticia de su fallecimiento, sus compañeros de partido en Siero, completamente deshechos, trasladaban a la familia sus condolencias, asegurando que echarán en falta a «un férreo defensor de los derechos y la justicia social». «Hasta en estos últimos días, estuvo alentándonos», añadió Teresa Álvarez.

Está previsto que sus restos mortales sean incinerados hoy en el tanatorio de Siero.

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