Un sierense de 29 años, imputado por homicidio por el accidente mortal de Lamasanti

La investigación del equipo de atestados de la Guardia Civil de Oviedo ha concluido que el causante del accidente ocurrido en Lamasanti en la madrugada del 21 de mayo, que costó la vida a Pedro Piquero, vecino de Miyares, fue M. P. Q., un sierense de 29 años que conducía bajo los efectos del alcohol. Los agentes presentaron ayer las diligencias al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Siero.

Pedro Piquero, de 41 años, volvía del cine con su mujer, Sara González, cuando el coche en el que viajaban fue embestido por detrás por otro vehículo mientras realizaban un giro para coger la carretera que llevaba a su casa de Miyares. Ambos tuvieron que ser excarcelados por los equipos sanitarios, pero horas después Piquero fallecía en el hospital. La colisión, fruto de un intento de adelantamiento fallido, se produjo en la carretera AS-380 a la altura del punto kilométrico 2,600, en el término municipal de Sariego.

El equipo de atestados de la Guardia Civil corroboró que M. P. Q., vecino de Lieres, se encontraba bajo los efectos del alcohol. No obstante, su acompañante aseguró ser ella quien conducía en el momento del trágico accidente. Dio negativo en los test de alcoholemia. Una versión que no cuadraba a los agentes, que prosiguieron con la investigación.

Concluyeron que M. P. Q., y no su acompañante, era la persona que esa fatídica noche conducía el vehículo que provocó el accidente mortal. Una vez constatado este hecho, los agentes le tomaron declaración, esta vez, en calidad de investigado. Se le imputan delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave y conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Según vecinos de la zona, podría no ser la primera vez que se ve envuelto en sucesos al volante por culpa del alcohol.

La noticia del fallecimiento de Pedro Piquero provocó una gran tristeza y dolor en todo un concejo. Natural de Santianes, compaginaba su pasión por los tatuajes con su empleo como técnico de climatización.

Hijo único, y huérfano de padre desde adolescente, siempre fue el principal soporte de su madre Mari, a quien profesaba un cariño que desde hace años conjugó con su amor por Sara, su novia y desde junio del año pasado ya esposa. Por otra parte, nunca ocultó el gran hueco que ocupaba en su corazón, hasta lo que para él fue una dolorosa pérdida, su dóberman 'Spock', compañero y amigo fiel.

«'Peter' -como le llamaban- dejó una huella imborrable en cada uno de nosotros. Su alegría contagiosa, su amabilidad y su compromiso con el trabajo siempre serán recordados. Su actitud ante la vida era pura inspiración», lamentaban entonces desde el estudio Xuama Tattoo de Avilés, con el que Piquero trabajaba además de con El Gremio Tattoo de Oviedo.

Durante algún tiempo, Piquero presidió la Agrupación Vecinal Independiente Sariegu Únese (AVISU), una iniciativa para asegurar que el crecimiento del polígono industrial de Santianes fuese respetuoso.