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juan vega
Domingo, 2 de febrero 2020, 22:01
La comedia en el concejo de Bimenes viene de serie. Es por eso que, mucho antes de la una de la tarde de ayer, los bares de la localidad yerbata de San Julián ya estaban a rebosar. La gente tenía ganas de celebrar el tradicional ... Domingu de Sidros y Comedies y eso se notaba en los culinos que se iban sirviendo cada vez con más ritmo. El tiempo primaveral, sin duda, ayudó. A la hora prevista, los Sidros aparecieron como un torbellino por la avenida principal, acompañados por la banda local de los Yerbatos, y comenzaron sin piedad a provocar el caos con el mobiliario urbano y los asistentes. Uno de los principales afectados fue el acalde del concejo, Aitor García, que en varias ocasiones tuvo que impedir que los gamberros comediantes se apropiasen de algún contenedor de basura para realizar travesuras. Hubo hasta un demonio que con picardía se atrevió a llamar a la puerta de la iglesia de San Julián.
Su superioridad numérica propició que finalmente pudiesen salirse con la suya y a uno de los asistentes le robaron con mucha agilidad la bufanda para intentar colocarla, con sus enormes bastones, en una de las luminarias más altas. También aprovecharon para allanar la finca de algunos vecinos y sustraer varias prendas de ropa interior que se encontraban tendidas.
Una vez finalizado el desfile, llegó el turno de les comedies, un espectáculo interpretado por los artistas de la asociación sierense 'El Cencerro'. A pesar de la insistencia de uno de los intérpretes por llevar el hilo conductor de la comedia al problema político de Cataluña, sus compañeros le dejaron bien claro que la única protagonista era la «tierrina asturiana»: «Si no quieren llingua asturiana que crucen El Negrón para tierra castellana». «La comedia faese en bable y a quien le moleste que se largue, a ver si se va aprobando la Oficialidá», clamaron ante el furor de público. También se mofaron de los problemas políticos locales del concejos de Siero y del pacto de gobierno nacional entre PSOEy Podemos. «Esa coletina tiene a Sánchez embrujado», bromearon. También hubo tiempo para concienciar sobre el cambio climático: «Somos uno cochinos, hay más plástico en el mar que en la tienda de los chinos». El público no cesó de reír, «que es lo importante», y un año más la comedia se adueñó de Bimenes.
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