«La sidra merece estar en todo lo alto y ser patrimonio mundial»

La principal dificultad que supone para un profesional de la hostelería presentarse en las mejores condiciones a las pruebas regionales es que, en su mayoría, se celebran durante el verano, cuando más actividad hay en los negocios. «Muchas veces es complicado hasta concentrarse porque estás cansado de trabajar», asegura Ondó. El concurso, que se celebró a lo largo del año pasado en numerosos municipios asturianos, está organizado por la Asociación de Escanciadores de Asturias y cuenta con el patrocinio de Caja Rural, el Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias y Otea.

Un certamen en el que Jorge Vargas, de La Montera Picona, quedó segundo; y el tercer puesto fue para el dominicano Wilkin Aquiles, de la sidrería La Avenida. Los tres primeros clasificados ya estuvieron en el podio de 2021. Cuarto fue Jonathan Trabanco, de Los Portales de Jaminón; y quinto, Pelayo Rodríguez. El 'top ten' lo completan Alberto Truchado, de la sidrería La Ruta; Humberto Rey; Pablo Suárez, de Tierra Astur; Rubén Campa, de La Bolera, y Antonio Sorca, de la sidrería El Portal.

No fueron los únicos que recibieron el reconocimiento por su arte a la hora de escanciar, también Daniel Rujas, de La Botica; Alexander Gabriel, de Tierra Astur; y José Ramón, de El Centenario, fueron los tres primeros clasificados en la final sub-25. La jornada de ayer sirvió para poner en valor la que es «una seña de identidad» de Asturias y para incidir en la importancia de su declaración como patrimonio mundial. «La sidra es un producto consagrado y reconocido a todos los niveles. Ha sabido mantenerse al paso de lo siglos y es lo que necesita para posicionarse en todo lo alto», afirma Ondó.