Una empresa madrileña da los primeros pasos para rehabilitar el Palacio de Celles

La venta de la joya barroca, levantada en el siglo XVI, se cerró en septiembre del pasado año «por una cantidad cercana a los 400.000 euros» e incluía una cláusula para que el nuevo dueño rehabilitase la estructura. En 2017 ya había al mercado una oferta para el palacio rural por 950.000 euros a través de un portal inmobiliario que opera en internet.

Se encargará de este primer paso en la recuperación del BIC, Onutpen 2018, dedicada a la tenencia e inversión de activos financieros, obligaciones, acciones, participaciones de otras compañías nacionales o extranjeras, así como la compra, venta, arrendamiento y gravamen, en cualquiera de sus formas, de valores a excepción del arrendamiento financiero. A su cabeza se encuentra el gallego Santiago Fernández-Reinante, natural de Ribadeo y exedil socialista en la localidad, aunque fuentes cercanas a la operación apuntan a que este podría ser tan solo un intermediario.

Son amplios los antecedentes de expedientes municipales tramitados en relación al palacio. En septiembre de 2020 el inmueble fue declarado en «ruina económica», lo que no resultaba, destacaba el informe municipal, «incompatible con el deber de conservación cultural de inmueble, que deberá cumplirse por la propiedad en los términos que determine el Servicio de Protección, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural de Asturias, por su condición de BIC». Dicho órgano, por la referida condición, sería en todo caso el responsable de pronunciarse sobre si la propiedad hubiera cumplido o no sus obligaciones.

La anterior propietaria había heredado el palacio hacía medio siglo y no gozaba de la solvencia monetaria necesaria para acometer la obra necesaria para revertir su deterioro. Dicha actuación alcanzaba los 800.000 euros. Tampoco era su obligación ya que «los tribunales dijeron que no tenía responsabilidad», apuntaron en su momento personas cercanas.

Las obras a realizar ahora, indica el expediente municipal, «no requieren del trámite previo de autorización de CUOTA», aunque sí la futura actuación de rehabilitación.