«En Las Regueras nos surtimos de clientela de la ciudad»

-¿Desde cuándo se dedica a la hostelería?

-Desde el 86 que cogimos mi mujer y yo un negocio de tienda bar de los de toda la vida. Lo mismo vendíamos medias que un vaso de vino o una comida. Y poco a poco fuimos evolucionando y cambiando de sitio hasta que nos vimos llevando el restaurante que tenemos en El Escamplero.

-¿Cuándo y cómo surge la agrupación?

-Llevamos desde el 2000. Nos conocemos todos y la idea surgió por necesidad tras unas jornadas que comenzamos haciendo por Semana Santa del año anterior. Eran del bacalao. Al año siguiente cambiamos y decidimos hacerlas del pote y el pitu caleya en febrero, con las que ya llevamos 21 años.

-Y en otoño se lanzaron con las jornadas del pote con castañas.

-Algunos ya lo hacíamos aprovechando el certamen de la castaña valduna; oficializarlo fue propuesta de la Asociación de Amigos de la Castaña Valduna. Nos propusieron por qué no hacíamos juntos unas jornadas de la castaña. Nos pareció bien, aunque es muchísimo trabajo, cocer, pelar... Es latoso, pero si con eso la hostelería contribuye a recuperar y poner en valor la castaña valduna y la plantación de castaño, que tiene una gran calidad, pues no está mal.

-¿Qué dificultades encuentran a diario en sus negocios?

-Somos una zona rural, con lo cual a finales de año no trabajamos prácticamente, así que muchos cerramos. Pero el resto del año tenemos la capital a diez o quince minutos, por lo que nos surtimos de clientela de la ciudad. Y en los fines de semana y el verano, también. Nos gustaría trabajar más y tener más beneficios, claro, pero por lo que hablo con mis compañeros no somos gente que esté tan mal.

-Desde el punto de vista de la hostelería, ¿cuáles son los puntos fuertes de Las Regueras?

-Lo primero es que somos un concejo muy cercano, estamos bien comunicados. Es una zona rural y muy tranquila. Además la comida tiende a ser muy tradicional: pote, fabes, cabrito, algo de pollo... Apostamos por el producto ecológico y de proximidad. De hecho estoy pensando que algunos de los restaurantes tienen incluso carne propia y berzas, por ejemplo, las tenemos todos. Estamos muy vinculados al mundo del campo.

-¿Utilizan las plataformas digitales a la hora de buscar clientela? ¿Cómo ha cambiado la forma de llevar el negocio?

-Claro, estamos en internet; es algo moderno que ya está ahí. Pero cambiaron otras cosas, hoy te exigen muchísima más profesionalidad. La forma y los horarios son también diferentes. Cuando era tienda bar es que ya no tenía nada que ver.