«Las Regueras necesita fijar población y ayudas para los ganaderos»

-Lógicamente, la parte de la historia, de la moderna y contemporánea que es donde más había trabajado con La Piedriquina, asociación de la que soy fundadora y presidenta desde 1994 y que realiza publicaciones sobre temas relacionados con el concejo. Lo que menos me gustó, eso sí, fue adaptarme a la estructura tan fija y el número de páginas, porque tuve que recortar.

-¿Dejó algo fuera?

-Entró todo lo que quise, lo que pasa es que algunas cosas fueron más telegráficas y otras más largas. Pero estoy agradecida al Ridea por darme esta oportunidad.

-¿Cuánto tiempo dedicó a la documentación?

-Año y medio más o menos, tampoco es que al principio dedicase todo el tiempo, tuve problemas de salud que ralentizaron el desarrollo. Me apoyé mucho en el archivo de La Piedriquina. Tenemos la suerte de que conservamos las respuestas particulares del catastro del Marqués de la Ensenada, que dan mucha información. También en el archivo diocesano, el de Asturias, los de la Chancillería de Valladolid... tenía muchos datos, aunque hubo que precisar o ampliar bastante.

- ¿Ha descubierto alguna curiosidad o dato nuevo que la sorprendiese? ¿Cuál?

-A lo mejor sí algo que estaba inédito, pero nada que me sorprendiese o fuese nuevo como tal. Por ejemplo, buscábamos información donde aparecía el hombre de La Estaca por primera vez. Y en la documentación medieval del siglo X aparecía un documento del siglo IX en el que se citaba la iglesia de San Martín de Ruderici con sus propiedades. Y al lado venía la villa 'didaco ouequis'. Llegamos a la conclusión de que se refería a La Estaca, porque con ese nombre y en la zona tenía que ser. También quise meter algo de los motes de las casas, típico de la zona rural, aunque haremos un estudio más completo. Y por supuesto la mención a los vaqueros de alzada. También hice incidencia en las asociaciones y su carácter dinamizador.

-Es cronista oficial del concejo desde 2014, hay pocas mujeres cronistas oficiales, ¿por qué?

-Solo somos tres: las de Avilés, Oviedo y yo. Los elegidos son hombres. No sé qué pasa, será casualidad, no quiero pensar que tenga que ver el ser o no mujeres.

-Haciendo un recorrido por el presente, pasado y mirando al futuro, ¿qué le falta a Las Regueras?

-Habría que intentar fijar población y centrarse en la eterna petición, que no es algo nuevo ni concreto, de las ayudas para los ganaderos. Necesitan más, no es venir y vivir en tu casa, si tus terrenos están abandonados el ecosistema se va a deteriorar. Eso sí que nos vendría bien, de verdad. Sobre todo, a los ganaderos de extensiva, que hacen una labor de exterior y mantienen los praos y las fincas. Y necesitamos con urgencia mejorar las redes y un centro polivalente con capacidad para hacer actos, porque lo que tenemos se nos queda pequeño.