«No quedó demostrado que 'Míchel' sufriese, no hubo gritos»

Y una rebaja de la pena a 15 años, un hecho a lo que se opusieron el Ministerio Fiscal y la acusación particular.

La condenada siguió la vista del recurso de apelación por videoconferencia. Durante la exposición de los motivos, su letrado hizo especial hincapié en que, durante la vista oral celebrada a finales del año pasado, «no quedó demostrado que 'Míchel' sufriese» mientras Ana María G.H. acababa con su vida: «Lo que sí quedó patente es que no hubo gritos ni nadie oyó nada». De la misma manera, mantuvo que su cliente apuntó «en reiteradas ocasiones» que el fallecido no era su pareja, sino «una persona con la que salía a beber; lo único que se pudo probar es que eran amigos», explicó al tribunal.

El Ministerio Fiscal solicitó al tribunal que mantenga la pena de 25 años de prisión ya que considera que el ensañamiento queda acreditado «en el momento que hacen falta menos de 35 puñaladas para acabar con la vida de alguien». «Lo mató en la cama y con quien te metes en la cama tienes algún tipo de relación, de una u otra manera», concluyó.