La Pola saca a hombros a la Virgen del Carmen

Pocas cosas cuentan con un grado tan alto de devoción en Pola de Siero como la Virgen del Carmen. Nunca suele faltarle una flor ni una vela encendida en la iglesia parroquial de San Pedro para iluminar una de las tradiciones más queridas por los polesos. La celebración de su gran día, un hito que los cientos de asistentes a la misa y posterior procesión del Carmen pudieron tachar de su agenda para este año, ayer, sólo un día antes de la celebración de la multitudinaria romería de Asturias, que reunirá a miles de personas en el prau de La Sobatiella: el Carmín de la Pola. No hubo excesivo calor ni excesivo frío, aunque ni lo uno ni lo otro fue excusa para que, como es mandato imperativo, la Virgen pudiese salir en volandas de la iglesia.

No estuvo sola en ningún momento. Tras una ceremonia de cerca de una hora en la que el párroco de San Pedro, Fermín Riaño, se deshizo en agradecimientos tanto a las asociaciones vecinales y folclóricas como a la Sociedad de Festejos y a la representación de autoridades municipales que se acercaron a formar parte de las celebraciones, llegó el turno de salir a la calle. Allí, El Ventolín capitaneó la clásica danza prima que se baila alrededor de la imagen, a hombros de varias personas, que custodiaron la talla hasta la plaza de Les Campes a través de Celleruelo y, de vuelta al templo, a través de las calles Soledad y Villanueva.

Tras ello, la puja del ramo frente a San Pedro Apóstol, organizada por la Asociación de Folclore Amigos de la Tradición (Afatra), y «un ambiente de hermandad generalizado que espero se mantenga para el Carmín, la gran romería de Asturias», sentenció el párroco.

De forma paralela, se celebró la tradicional concentración de coches clásicos en La Isla y toda una serie de conciertos y actividades para niños, así como una sesión vermú, en el FestiPrau de la Pola.

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