«No podemos creer que haya atacado a sus dueños, no es un perro agresivo»

Fuentes sanitarias confirmaron ayer que la madre fue dada de alta el mismo domingo, tras ser atendida de sus lesiones en un brazo y en el pecho, y que la pequeña quedó ingresada en la planta de Pediatría como medida preventiva, aunque su estado no reviste gravedad. La previsión es que hoy mismo reciba el alta.

La Guardia Civil del puesto de Grado, dependiente de la Comandancia de Oviedo, se hizo cargo de la investigación. Ya ha remitido las diligencias al juzgado. La familia no ha presentado denuncia. Según fuentes de la Benemérita, el mastín cumplía con todos los requisitos de higiene, vacunación y portaba el reglamentario microchip identificativo, así como toda la documentación en regla.

El ruido del helicóptero del Servicio de Emergencias del Principado alertó el domingo de lo sucedido a primera hora de la tarde. Un vecino que escuchó el ataque dio el aviso y cuando los sanitarios llegaron evacuaron a la mujer y a la menor al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

«El perro venía caminando conmigo tranquilamente hasta donde yo vivía y después volvía sin ningún problema; menos mal que todo quedó en un susto. Estas cosas, a veces, pueden terminar mucho peor», explicó Valdés, que suele pasar por delante de la casa donde reside la familia cuando baja a hacer sus compras a las inmediaciones del Ayuntamiento.

Lo sucedido también cogió por sorpresa a María Álvarez, residente en una de las viviendas contiguas. Ayer recordó que 'Pipo' siempre estaba tumbado delante de la casa «sin ocasionar ningún problema»: «Muchas veces iban a pasear con él y no mostraba ningún signo de agresividad». «Hay que pensar que por aquí pasa todos los días el panadero, por lo que tiene que estar acostumbrado a tratar con gente», comentó otro de los residentes cercanos, Benito Fernández.

Por su parte, la alcaldesa de Las Regueras, Maribel Menéndez, se mostró más tranquila al conocer el buen estado de las víctimas y en cuanto a lo ocurrido, indicó que es una circunstancia «que le puede ocurrir a cualquier familia que tenga un perro». «Si se tratase de una raza peligrosa sería otra cosa, pero no es el caso», declaró.

El suceso ocurrió a las cinco menos diez de la tarde del domingo. El animal atacó primero a la niña y luego a su madre al tratar de protegerla. Instintivamente, la mujer se abalanzó sobre su hija para repeler el ataque. Según un testigo presencial, fue en ese momento, al tenerla abrazada, cuando el perro se lanzó sobre la mujer. Le mordió en un brazo y en un pecho. «Yo estaba a veinte metros de ellas, en mi invernadero. Oí los gritos, tiré la pala y me fui directamente para allí. Cuando llegué el perro estaba tranquilo; es decir, no se ensañó con ellas en ningún momento ni se puso agresivo», explicó el hombre que alertó a los servicios de emergencia.