–Toca cierre.
–Hoy (en referencia a ayer) es nuestro último día de apertura. A partir del sábado solo podrán permanecer abiertas las actividades de uso esencial, es decir, los supermercados e hipermercados, las tiendas de animales, los negocios de tecnología y las ópticas. Por otra parte, nadie que no sea residente en el concejo de Siero podrá acudir al centro comercial.
–Entonces, ¿cuántos negocios permanecerán abiertos?
–De los 150 operadores, tan solo, van a quedar abiertos una treintena. Una cifra completamente inviable.
–Es el cuarto cierre que sufre Parque Principado en un año.
–El primer cierre fue algo a nivel nacional y, por supuesto, lo acatamos. El problema es que en los siguientes cierres veíamos que otros operadores de otros concejos, que son nuestra competencia directa, no tuvieron que cerrar. Hay una especie de miedo al centro comercial, cuando los recursos que hemos destinado, tanto económicos como humanos, pueden garantizar la seguridad de todos los usuarios.
–¿Cuánto dinero destinaron el año pasado en la puesta en marcha de esas medidas de seguridad sanitarias?
–Supuso casi un 20% del presupuesto anual.
–¿En euros?
–La cifra cuenta con seis ceros. La cantidad exacta no la podemos revelar por una cuestión de privacidad. Implantamos más de 300 medidas dentro del centro comercial, tanto en entradas como en los pasillos y aseos. Los refuerzos de personal fueron el peso de la inversión. Todo lo que pudimos haber ahorrado durante los cierres en términos de consumo, lo superamos con creces en las reaperturas.
–Este año la inversión en las medidas de seguridad será similar.
–Sí, pero con el añadido de que llevas un año acumulando pérdidas económicas.
–¿Cuál es la situación económica de Parque Principado?
–Cada inquilino ha tenido que negociar con el propietario el ajuste del alquiler por los periodos de cierre. Aunque por mucho que se negocie, la realidad es que la situación imprime pérdidas sobre todas las partes involucradas. Y así un año entero.
–¿Cuántos negocios han cerrado en ese tiempo?
–De momento solo uno, pero muchos inquilinos nos están dando avisos.
–¿De su posible cierre?
–Sí. Nos transmiten que no pueden aguantar más y que no es solo el tema de los alquileres, es un tema de que no pueden facturar. No lo entienden, están agotados y no pueden pedir más créditos a los bancos. La situación aquí es límite. Por ejemplo, me llamó el responsable nacional de una multinacional y me dijo que la tienda de Parque Principado iba a ser la única en todo el mundo que está cerrada. Eso da que pensar.
–¿Corre peligro la estabilidad económica del centro comercial?
–Desde el primer momento en el que se inició la pandemia. Esto ha provocado que inversiones que estaban previstas se retrasen o se anulen. Parque Principado siempre seguirá funcionando, el problema es con qué perdidas económicas lo hará. Lo que puede ocurrir es que si esta situación se reproduce muchas más veces, el número de operadores se vaya reduciendo. Nuestro objetivo siempre ha sido generar riqueza y empleo, cosa que ahora mismo es imposible, dada la situación. En definitiva, si continúan los cierres la estabilidad económica de Parque Principado correrá mucho más peligro.
–¿Cuánto tiempo les va a costar recuperarse de este mazazo?
–Años. Lo que estamos viviendo ahora está dejando un impacto severo en todos los rincones del centro comercial. No solo en las cuentas generales, sino en las empresas más pequeñas que son las que peor lo van a pasar para salir a flote cuando pase la tormenta.
–¿Qué previsiones tenían para la Semana Santa?
–Eran bastante buenas. Hemos tenido tan mala suerte que la mayoría de los cierres nos han coincidido con épocas que nos venían muy bien para salvar las pérdidas. Sin ir más lejos, aquí no se pudo celebrar el 'Black Friday', cuando la mayoría de negocios ya tenían diseñadas todas las campañas y recargadas sus estanterías. Para Semana Santa contábamos con que se reactivasen las ventas interiores, ya que no se puede salir del Principado de Asturias.
–¿Qué le diría a los políticos?
–Nosotros no somos expertos en gestionar pandemias, lo somos en centros comerciales, pero queremos que vengan y vean las medidas que tenemos y como no se produce ningún tipo de aglomeración dentro del espacio. La gente circula de manera ordenada y no creemos que nuestra apertura influya en la transmisión del coronavirus. También les diría que entiendan la situación de los miles de empleos, directos e indirectos, que se generan aquí.