«Se bajaron como hienas del coche y se pusieron a derribar los ladrillos»

Tras percatarse que una parte de ellos estaban recogiendo sus enseres para irse de uno de los pisos okupados, los residentes afectados, que se han agrupado bajo el nombre 'Vecinos por un barrio en paz', no dudaron en movilizarse y hacer guardia para evitar que el inmueble fuera de nuevo okupado. Una familia con un menor a su cargo, según informaron a EL COMERCIO los testigos, trató de quedarse con la vivienda. Primero, al caer la noche, pero «se fueron al ver que no tenían ningún sitio dónde dormir porque los anteriores no habían dejado nada. Dejaron una luz encendida para que pensáramos que había gente dentro», relató una de las portavoces de la agrupación vecinal.

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Advertida la Guardia Civil, los agentes accedieron al inmueble para comprobar que, realmente, estaba vacío y así fue. Los vecinos afectados siguieron de guardia: «Estuvimos toda la noche de pie delante del edificio y acabamos llamando al Ayuntamiento para que enviaran todos sus dispositivos y operarios a tapiar», como así se hizo.

Ya, a plena luz del día, la citada familia regresó: «Tiraron de freno de mano, se bajaron como hienas y se pusieron a derribar los ladrillos. Llegaron a entrar y la Policía les tuvo que sacar a la fuerza», declaró Alberto Fraile, otro de los portavoces. «Tememos que regresen pronto».

Según denunciaron los afectados, los okupas de las Casas de la Villa son, mayoritariamente, menores, «salvo los fines de semana que sale algún adulto de permiso de Villabona».