La obra de Amazon llega a su recta final

Ni siquiera los problemas de abastecimiento que trajo consigo la huelga de transportistas en España han podido con el titán americano. Las grúas y palas han abandonado las inmediaciones del equipamiento, donde también se ha levantado la gran carpa que hasta el momento guardaba de la lluvia los materiales utilizados. Y los obreros, que se contaban por centenares, se han visto drásticamente reducidos.

Las instalaciones, indican los conocedores del proyecto, están «prácticamente concluidas» y la previsión es que el centro logístico comience a funcionar «en breve». De hecho, una circular interna ha avisado al personal de seguridad perteneciente a Prosegur de que a partir del 1 de julio el gigante de la logística ha contratado a una nueva empresa, Segurisa (perteneciente al Grupo Sagital), para llevar a cabo estas funciones en toda la zona norte. Una cuestión que no ha gustado a los trabajadores , que han afeado que «no es lo normal». «Muchos ya se veían con un puesto estable en la zona», comentaron afectados por la decisión de Amazon de fraccionar el contrato en la península.

Sobre la organización interna del edificio, aquellos que han tenido la ocasión de visitarlo han detallado que la planta de abajo se utilizará para el envío y recepción de mercancías, mientras que las superiores se destinarán a almacenaje. Todas ellas cuentan ya con la tecnología y robótica más punteras y una «sorprendente» cantidad de cámaras de videovigilancia.

Con el fin de la obra de Amazon Bobes pondrá punto y final a la urbanización de la segunda fase del polígono, que se desarrolla en la zona oeste sobre una superficie bruta de 243.910 metros cuadrados. De estos, 42.778 corresponden a zonas verdes, 22.570 a equipamientos y 171.963 son los que componen la parcela industrial que ocupa por completo la multinacional.