Un nuevo argayo hunde media calzada a la altura del pueblo de Candín

María del Mar Álvarez García, natural de la zona y que actualmente regenta el restaurante El Bodegón de La Camperona, aseguró que desde hace tiempo evita pasar por esa carretera: «Tiene muchísimos baches y está sin podar». «En mal estado llevará más de diez años, esto se veía venir y era lo mínimo que podría pasar», añadió.

Además, recordó que no es la primera vez, en un espacio corto de tiempo, que los vecinos tienen que enfrentarse a una situación como esta: «El año pasado tuvimos otro más pequeño, pero creemos que la solución que se nos ofreció es un parche, sobre otro parche». Además, sentenció «esperamos que el Ayuntamiento de Siero se ponga en contacto con nosotros para arreglar el problema cuanto antes».

No es el único corrimiento de tierras que ha causado problemas en Siero estos días. El concejal de Infraestructuras, Javier Rodríguez Morán, anunció ayer que tiene previsto visitar las obras de reparación de otro hundimiento, este en la SI-8, a la altura de la parada de autobús Las Casas-Cruce Negales.

Por otra parte, el Principado dio ayer comienzo a las obras de reparación de la tubería que da servicio a los depósitos de El Cuto y Corripos y a algunas viviendas de Santiago Arenas y del concejo anexo de Langreo, cuya conducción se vio afectada por el argayo de la AS-378 -antigua AS-249- ocurrido el pasado mes de enero. Según informó el Ayuntamiento, con el fin de mantener el servicio de agua corriente durante el tiempo que duren los trabajos, desde el consistorio sierense se instalará una nueva tubería provisional de mayor longitud (para apartarse del recorrido de la maquinaria) y una vez terminen los trabajos en la escollera, se instalará la definitiva.

Los residentes de la zona mostraron, anteriormente a este diario, su preocupación por el estado de la carretera: «La grieta cada día es más grande, tenemos mucho miedo de que un día alguien pase por ahí y que se venga la carretera abajo», comentó Isabel Díaz, que vive a escasos metros del socavón. Además, prosiguió, «es matemático, eso se va a terminar viniendo abajo; lleva casi un año ahí, pero los vecinos tenemos la lucha con los políticos, que son los que, realmente, tienen la capacidad de arreglarlo». Finalmente, sus demandas han sido escuchadas por las administraciones que, tras casi un año, se han puesto manos a la obra para garantizar que la AS-378 vuelva a ser una zona segura para el flujo de turismos, camiones y transportes escolares que, diariamente, se ven obligados a recorrer ese tramo de vía.