«El mejor premio es cubrir el Dakar del año que viene»

-¿Cuál es el camino que debe seguir un fotógrafo para llegar a cubrir un evento como el Dakar?

-Es un camino en el que tienes que ir día a día trabajando de manera muy constante. Antes de empezar a estudiar fotografía solía ir con mis amigos a las carreras del Principado para hacer fotos de manera completamente amateur. Después ya me hice con el equipo e invertí en viajes para que, poco a poco, fuese saliendo todo. Finalmente, en el año 2018, logré cubrir el mundial de Rally con una empresa portuguesa y son ellos los que me plantean cubrir el Dakar, en Perú. Salió todo tan bien que este año trabajé directamente con la organización sin ninguna empresa que ejerciese de intermediaria.

- Más concretamente, ¿cuál fue su trabajo en Arabia Saudí?

-Durante todo el campeonato fui en un helicóptero con el director de carrera con la misión de sacar fotos de los pilotos enmarcados en los mejores paisajes del país. Además, también viene un médico por si surge algún problema con alguno de los pilotos. Por ejemplo, el día en el que falleció el piloto portugués estábamos siguiendo a los coches, así que no nos tocó ir a la zona del suceso. Este año tuve la oportunidad, además, de dirigir yo al piloto y comentarle sobre la marcha las zonas en las que se tenía que poner para que yo pudiese decidir qué fotografía sacar. Una de ellas fue, finalmente, la ganadora del premio.

-En relación al premio, ¿qué supone ser el primer español en ganar el premio a la Mejor Fotografía del Dakar?

-Es un notición pero, al final, el mejor premio es volver el año que viene porque eso significa que el trabajo que hiciste fue bueno. Es algo que te da visibilidad y nuevas oportunidades en un futuro.

-Hubo bastante polémica con las recomendaciones que hizo la organización saudí. ¿Cómo lo vivió?

-Al final, creo que fue bastante menos de lo que se pintaba porque, en un principio, parecía que íbamos a otro mundo, pero nada de eso. Fue todo un revuelo y el rally es una burbuja en la que estás trabajando y lo haces de la misma manera que en cualquier otra parte del mundo. Lo que sí noté fue un cambio con la gente. En Sudamérica se vivía con mucha pasión y en Oriente Medio apenas iba gente a ver las carreras. Por el contrario, sí hubo un cambio económico a mejor que se notó en las infraestructuras. La sala de prensa era una carpa gigante con moqueta y con una conexión de wifi brutal, parecía que estabas en los Premios Princesa y no en medio del desierto.

-¿Cómo es la rutina de un fotógrafo del Dakar en el campeonato?

-Nos teníamos que levantar todos los días a las cinco de la mañana porque los camiones donde dormíamos tenían que ponerse en marcha para llegar al final de la siguiente etapa antes que nosotros. Después de estar metido casi doce horas en un helicóptero y editar las más de cien fotografías que tenía que mandar cada día, agradecí mucho los quince minutos que los fotógrafos jugábamos a las cartas antes de irnos a dormir. Era una manera muy buena de desconectar un poco.

-¿Cuál es su próximo objetivo?

-Por el momento, cubrir el Campeonato del Mundo de Rally. En esta ocasión, voy a poder sacar fotos en todas las etapas, lo que es un lujo. También me gustaría comenzar como fotógrafo en las Grandes Vueltas del mundo del ciclismo.