«Los medios en educación nunca son los realmente adecuados; faltan profesores»

-¿Cómo vivieron el curso pasado?

-Fue muy intenso. Cuando llegamos el instituto estaba sin amueblar y fue un problema. Nos ofrecieron pupitres de los toda la vida de otros institutos y compramos en Ikea, pero no teníamos de todo. Luego ya fue llegando el mobiliario. Por el lado del profesorado, maravilloso, venían con mucha ilusión; sabíamos que queríamos sacar esto adelante con un proyecto innovador y los interinos se adecuaron muy bien, somos un buen equipo. Otra novedad fue adaptarse a la docencia compartida (varios profesores en el mismo aula) ya que ninguno lo habíamos hecho nunca, que es maravilloso pero difícil. Intentamos adelantarnos a la Lomloe, trabajamos por ámbitos y eso fue otro reto. Nos interesa que los alumnos salgan preparados no tanto en contenidos como en competencias para la vida.

-¿Y funciona esa manera de trabajar?

-Sí, pero es complicado, porque la estructura está muy cerrada en educación y es complicado abrir y eliminar barreras. Este año están las cosas más engrasadas. Pero nunca es lo ideal, nunca hay profesores suficientes, ni las aulas están dotadas. Sin ir más lejos, a punto de comenzar el curso, nos faltan unas pantallas táctiles. Son cinco aulas más las que hay que dotar, pasamos de 120 a 250 alumnos, y necesitamos cinco paneles interactivos; no nos lo han permitido, no sabemos por qué, pero lo lucharemos. Es un gasto prioritario para el centro, nos da igual la cafetería o la megafonía externa, esto es más importante.

-¿No hay dinero para todo?

-La consejería nos dio una partida para solucionar el problema del mobiliario, pero todo es siempre poco. Nunca los medios en educación son los realmente adecuados, el escenario nunca es el ideal, pero con el que tengas tienes que hacerlo a tope porque nunca nada está perfecto. Así que tiramos.

-¿Qué es lo que mejor funciona de este nuevo modelo?

-Pues hicimos clubs que no tienen contenido curricular: radio, tele, prensa, música, ciencias... y lo hacíamos en los recreos, no te imaginas la cantidad de alumnado que iba. Estaban motivados. Así interactuaban con muchas materias y tenían muchas habilidades. La asamblea del alumnado también funciona muy bien y vamos a aumentar miembros y por supuesto habrá campaña, votación... sentirse con voz y voto les gusta: organizaron una fiesta, mercadillos, donaron dinero... los alumnos acompañaron a las familias por el instituto en la jornada de puertas abiertas. Continuaremos con ello. La clave es que así el alumno se siente protagonista y hace suyo el centro en lugar de acudir a él de forma pasiva.

-¿Y qué opinan las familias?

-Había quien tenía mucho respeto de primeras por la novedad, pero están contentas. Les hemos pedido que evalúen los trimestres y las opiniones son favorables e incluso las críticas ayudan. Muchos dicen que si el alumno viene contento al centro es lo que importa y eso nos lo han dicho. Los resultados académicos han sido buenos, ninguno repitió. Hay más o menos dificultad o apoyo, pero bien. Esa es otra cosa, apoyamos a todos en el mismo aula, así hay una equidad que es lo que más nos interesa. Lo comentaba la consejera, que es un éxito.

-¿Se sienten parte de la urbanización de La Fresneda?

-Hemos sido bien acogidos, hacemos piña y comunidad. Queremos que los alumnos vengan en bici o patinete, nos centramos mucho en la sostenibilidad. De hecho el centro vamos a conseguir las cuatro 'hojas verdes', un reconocimiento que de momento solo tiene la Universidad de Valladolid. Hicimos un proyecto y estamos esperando el certificado. Ganamos ya el premio de Cogersa en la Semana Europea de la Prevención de Residuos. Tenemos para las pilas... El carril bici nos va a venir muy bien.

-¿Se presenta algún posible problema a futuro?

-Necesitamos hacer desdoble de grupos grandes, las ratios son enormes. Las leyes puedes estar o no de acuerdo, pero se funciona con menos ratio de alumnos. Personificas más la educación.

-¿Cuál sería esa ratio ideal?

-Pues tenemos unos 25 estudiantes por clase de la ESO, incluso 26 o 27, y lo adecuado serían 15 o 20 ¡como muchísimo! Cuantos menos alumnos más se individualiza la educación y más calidad se ofrece. En el día a día hace falta un profesor motivado y que trabaje y alumnos que quieran aprender. A eso ayuda que haya menos. Es esencial.

-¿Qué medidas aplican contra el acoso escolar?

-Seguimos el protocolo de la consejería que nos han dicho que se va a revisar, tanto por el ciberacoso como por la LGTBIfobia. Nosotros tenemos un plan de igualdad, le damos importancia. El acoso viene mucho por ahí. Precisamente ganamos un premio de digitalización con una app contra el acoso, un concurso de Vodafone y queremos que se implemente, para eso usaremos el premio que nos dieron. Se necesita tiempo para saber si el método educativo tiene éxito, pero yo estoy contenta, creo que sí estamos consiguiendo cosas. El tiempo dirá, nosotros miramos al futuro.

-¿Qué otros cambios hacen falta?

-Nos estamos planteando cómo vamos a abordar las tareas y deberes. No entendemos por qué deberían llevar mucha tarea a casa cuando se supone que están descansando, que también lo necesitan. Viene de la consejería y es algo que ya habíamos pensado.

-¿Qué novedades habrá este año?

-Tenemos un Proyecto Erasmus que empezamos con mucha ilusión con Alemania, Dinamarca y Finlandia. Un grupo pequeño se juntará con alumnos de esos países para hablar del colegio de sus sueños: The School of My Dreams. Estamos pensando tener también un club artístico. También comenzaremos con el AMPA y las extraescolares. Y les queremos dar un viaje fin de curso de verdad e incluso hacer algún intercambio con un cole de Menorca.