La Coral Polifónica de San Félix despide a María Menéndez IMA RIMADA

Lugones despide a una «mujer buena que se dedicó en cuerpo y alma a la Coral Polifónica de San Félix»

Los compañeros de la contralto María Menéndez realizaron un pequeño concierto en el que interpretaron sus canciones favoritas

Lunes, 27 de diciembre 2021, 19:22

«María fue una mujer muy buena y valiente que se dedicó en cuerpo y alma a la Coral Polifónica de San Félix». Con estas palabras despidió este lunes el párroco de Lugones, Joaquín Serrano, a la contralto María Menéndez, que falleció el pasado sábado, a los 72 años ... , tras luchar un año y medio contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Sus compañeros del coro le brindaron su último adiós con un pequeño concierto en el que interpretaron las canciones que más le gustaba cantar.

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Y es que en la despedida de María nada se dejó al azar. Tal y como explicó su hijo, Jorge, ella misma, consciente del complicado devenir de su enfermedad, dejó una carta en la que expresó sus últimas voluntades, como la que cumplieron sus amigos del coro o que Serrano oficiase la ceremonia. «Me gustan mucho sus misas y me gustaba mucho acudir a la que hacía a las once de la mañana todos los domingos», escribió.

La pasión de María era formar parte del coro y eso, a pesar de que la enfermedad le robó sin piedad su voz, nunca fue un secreto para sus compañeros. «Se le notaba que era lo que más le gustaba», comentaba emocionado su amigo Guzmán González. Para él, la marcha de María duele, si cabe, un poco más ya que entabló amistad con ella hace más de cinco décadas. «Fue ella la que me metió en esto; éramos prácticamente familia, no recuerdo un momento importante en mi vida en el que no estuviese ella», dijo en referencia a la coral. Su emoción se dejó entrever tras la actuación de sus integrantes en la que, en sus palabras, «fue difícil contener las lágrimas».

Menéndez nació en Tineo un veintiséis de diciembre de 1948. En el municipio del occidente asturiano permaneció hasta después de casarse, momento en el que decidió mudarse a Lugones y formar una familia. A pesar de la terrible pérdida, en clave positiva, su hijo Jorge considera que lo malo de la enfermedad le permitió para pasar «mucho más tiempo» junto a ella: «Era valiente; entregada; honesta y por eso la quería tanta gente».

La enfermedad degenerativa que finalmente terminó con su vida no fue la primera vez que su cuerpo la puso a prueba. Hace varios años tuvo que batallar contra un problema en su hígado que a punto estuvo de causarle la muerte. «Ahí se consolidó su carácter guerrero, que lo consiguió mantener hasta el último momento de su vida», concluyó González.

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