Llanera honra al patrono de los ganaderos y animales

El temporal que durante la última semana azotó Asturias dio ayer tregua y, a pesar de las bajas temperaturas y la densa niebla, Robledo honró y veneró a su patrono en la finca de El Carbayal. Como marca la tradición, el primer domingo después del 17 de enero, festividad de San Antonio Abad, tuvo lugar una solemne misa en la capilla de la localidad llanerense, que volvió a abrir sus puertas después de dos años. El que fuese párroco de Santa María de Lugo de Llanera durante más de tres décadas, Ignacio Gallo, fue el encargado de oficiar la eucaristía. La pareja de gaitero y tamborilero formada por Diego Fernández e Iván Fernández pusieron la nota musical de la jornada. Los asistentes más jóvenes fueron los primeros en cargar la imagen del Santo que recorrió el entorno de la capilla a mediodía.

Un centener de feligreses abarrotaron la capilla, algunos de ellos con sus mascotas, que tras la procesión fueron bendecidas. Con sus perros 'Bosley', 'Toby', 'Yamba' y 'Minie' acudieron por primera vez a la cita Loli Laurés, Chema Rodríguez, Noé González, Carmen Rodríguez y Ángel González.

Finalizado el momento religioso, llegó la tradicional puja del 'ramu', que ya se hacía en el siglo XVIII. En épocas muy antiguas el responsable de la misma era el mayordomo del santo, ahora es José Manuel Vega, conocido como 'Casas', el encargado de llevar la voz cantante. Los asistentes pujaron por diversos productos agroalimentarios como lacón, chorizos y cerveza artesana, que fueron ofrecidos por los vecinos de Robledo. El dinero será destinado al mantenimiento de la capilla, que se usa una vez al año para honrar al patrono de los ganaderos y de los animales, y a dar continuidad a la celebración de las fiestas.

Llanera inicia con San Antón su año festivo. La Cofradía de Sant Antón de Robledo tomó hace trece años las riendas del festejo y tan solo en 2021, a causa de la pandemia, el rito tuvo lugar en la iglesia de Lugo y no en la capilla; y el año pasado, que tampoco hubo acto religioso. Este año, la fiesta de San Antón, que normalmente se desarrolla de viernes a domingo, quedó reducida a la celebración religiosa y posterior subasta. Tampoco faltó el tradicional Maratón de Tute Memorial Manuel Argüelles y Luis Alonso, que tuvo lugar el viernes por la noche en el albergue, donde se sirvió el menú degustación en honor al santo: callos, adobo, picadillo, arroz con leche, vino y café. Las condiciones meteorológicas adversas propiciaron la cancelación de las verbenas para las que ya se busca una nueva fecha.

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