«Ya tenemos agua después de lo mal que lo pasé con el corte»

La mayor parte de ellos agradecieron la rapidez con la que se actuó y consideraron que el estar sin agua en casa en viviendas y negocios, a pesar de ser un inconveniente y un servicio esencial, no paraliza el día a día. O al menos, así se consolaban los más optimistas: «Cuando era pequeña tenía que ir a por agua a la fuente y no pasaba nada. Ayer, al supermercado o a las cubas. Lo único que de garrafa en garrafa, porque no puedo coger peso», explicó Celina Álvarez, que desde la calle habló con su hermana, Amor Álvarez, asomada a la ventana.

«La verdad es que a mí lo que me daba pena era comprar agua para tirarla por el inodoro, me enteré de lo de la cuba tarde», bromeó Celina, que quiso quitarle hierro a la situación. Su hermana Amor lo tenía claro: «De una manera o de otra agua hemos tenido, pero es que el problema no ha sido ese, sino la falta de información. No sabíamos cómo iba avanzando, ni cuándo tendríamos servicio, o si teníamos que hacer algo. No tenemos Facebook para enterarnos, si no llega a ser por otros vecinos no sabemos ni la mitad».

Este mismo sentir se repetía entre los negocios de la localidad. Desde su floristería, Nieves Curto mostró con felicidad cómo el agua corría por el grifo de su tienda. «Para mí el agua es fundamental, las flores las tengo en agua y ltengo que regar las plantas. El viernes con la avería me apañé, porque siempre intento ser previsora en ese sentido por lo que pueda pasar, pero haber llegado al lunes así hubiera sido nefasto», explicó. Por su parte, Lilian Rodríguez, camarera de El Panera, tuvo que hacerse cargo de la vajilla sucia del día anterior al llegar a trabajar. «Ahora ya tenemos agua y después de lo mal que se pasó ayer lavo los platos con gusto», comentó.

A los vecinos de las zonas más altas, como Remoria, en Pruvia, el servicio tardó un poco más en llegar. Aún a media mañana, Beatriz Martínez bajaba desde la localidad para conseguir agua para sus animales. Ella, que se hizo con un deposito de mil litros, verbalizó el miedo que otros muchos tenían: «Espero que se hagan cargo y los cortes no se repitan», indicó.

Tras la maratoniana jornada del viernes, el Principado desactivó el plan de emergencia ayer, a las 9.54 horas, al lograr restablecer el servicio.