Borrar
Una de las integrantes del equipo de excavación trabaja en una de las zonas delimitadas del yacimiento.

Ver fotos

Una de las integrantes del equipo de excavación trabaja en una de las zonas delimitadas del yacimiento. Imanol Rimada

Viaje al pasado romano de Llanera

Un equipo de arqueólogos trabajará durante un mes para despejar las incógnitas de Lucus Asturum | Los trabajos, dirigidos por Esperanza Martín, ya han sacado a la luz materiales constructivos de época romana, medievaly más reciente

Miércoles, 26 de septiembre 2018, 07:22

Durante un mes un equipo de expertos, con el apoyo de la concejalía de Cultura de Llanera, tratará de arrojar luz sobre el pasado del concejo. Más concretamente sobre su origen romano. El martes de la semana que hoy termina un grupo de una decena de arqueólogos y voluntarios comenzaron los trabajos de excavación del asentamiento de Lucus Asturum. Pese a que aún es muy pronto para establecer conclusiones los primeros hallazgos de piezas constructivas son, al menos, prometedores.

Como explica Esperanza Martín, directora de las excavaciones, durante las primeras horas de trabajo ya se encontró «material romano casi en superficie. Ojalá sea una buena señal», recalca. Este material recuperado se encuentra mezclado con restos medievales y otros más recientes. Los estudios llevados a cabo previamente por georradar y fotografía aérea (realizados por Fotoasturias y la Universidad de Oviedo) parecían establecer ya la existencia de una estructura en la zona de la finca de La Castañera, a las afueras de Lugo, de la que, sin embargo, se desconocen su época, tipología y tamaño exacto.

Confirmar la existencia de dicha estructura, la presencia romana y establecer si Lucus Asturum era una población de gran tamaño o, por el contrario, la unión de núcleos dispersos, son los principales objetivos. Esperanza Martín destaca que «la fotointerpretación de los datos del georradar nos permite establecer una serie de estancias que esperemos que se confirmen. Uno de los mayores miedos de cualquier arqueólogo es que el arado se haya llevado parte de estas superficies», destaca, aunque, de acuerdo con sus estimaciones, habrá que excavar «más de medio metro». El presupuesto de los trabajos de excavación del yacimiento es de 15.000 euros, aportados en en su totalidad por el Ayuntamiento de Llanera. Alfredo Rodríguez Iglesias, concejal de Cultura, Deportes y Turismo de Llanera, explica que «el primer día, el objetivo es la delimitación de los aproximadamente cien metros cuadrados de superficie de excavación». En este sentido se congratula de que ya hayan aparecido «bastantes materiales de construcción y alguna cerámica, pero falta saber la cronología».

Recalca por último que una disciplina como la arqueología «da resultados con el tiempo. Hay que tener paciencia. Probablemente Lucus Asturum era un emplazamiento importante, pero modesto», concluyó.

Compartimentado

La directora de las excavaciones explica que «lo que se ve en los resultados del georradar es una estructura claramente compartimentada. Hemos escogido este lugar porque incluye varias estancias diferentes y nos permitiría saber no solo la naturaleza del edificio, sino también el modelo constructivo que aplicaron en este punto concreto y los materiales», recalca. En esta línea, indica cómo, pese a que pueda resultar paradójico, de entre los restos que se están encontrando los que probablemente presentan un mejor estado de conservación sean los de época romana. «La tégula romana está mucho mejor conservada porque la temperatura de cocción era mucho más alta, la cerámica está mejor hecha y se mantiene mejor. Los romanos fabricaban muy bien».

Samuel Lahoz, arqueólogo del equipo que está desarrollando los trabajos, apunta que en los primeros días se afanan en retirar «el nivel superficial después de haber quitado el tapín. Estamos encontrando un revuelto, consecuencia de haber estado arando esta tierra y de haber sido zona de cultivo», resalta. El objetivo al retirar dicha capa superficial es adentrarse ya «en los niveles arqueológicos, intentando encontrar muros que identifiquen un poco el espacio de hábitat en el que nos encontramos».

En este sentido, comenta que «los materiales que aparecen en este nivel superficial no nos valen para datar, porque están muy mezclados, de una cronología y de otra. Cuando bajemos a un nivel no tan antropizado podremos identificar con mayor facilidad la cronología de esa unidad».

De este modo, las piezas que van apareciendo hasta la fecha se corresponden con «tejas, ímbrice, restos de ladrillo, además de vidrio y cerámica contemporáneos. Lo que intentamos es profundizar y llegar hasta aquellos niveles que no están tan alterados».

Arriba, el equipo de una decena de arqueólogos y voluntarios dirigido por Esperanza Martín posa en el yacimiento. A la izquierda, Laura Pavón retira una capa de tierra del yacimiento. A la derecha, Esperanza Martín, directora de los trabajos. I. R.
Imagen principal - Arriba, el equipo de una decena de arqueólogos y voluntarios dirigido por Esperanza Martín posa en el yacimiento. A la izquierda, Laura Pavón retira una capa de tierra del yacimiento. A la derecha, Esperanza Martín, directora de los trabajos.
Imagen secundaria 1 - Arriba, el equipo de una decena de arqueólogos y voluntarios dirigido por Esperanza Martín posa en el yacimiento. A la izquierda, Laura Pavón retira una capa de tierra del yacimiento. A la derecha, Esperanza Martín, directora de los trabajos.
Imagen secundaria 2 - Arriba, el equipo de una decena de arqueólogos y voluntarios dirigido por Esperanza Martín posa en el yacimiento. A la izquierda, Laura Pavón retira una capa de tierra del yacimiento. A la derecha, Esperanza Martín, directora de los trabajos.

Laura Pavón, licenciada en Historia del Arte especializada en Arqueología, es una de las voluntarias que participan en el proyecto de excavación que busca recabar datos sobre el pasado romano de Llanera y, en general, del Principado.

«Estoy en lo que sería la estancia dos, quitando la primera unidad, la capa superficial.Debajo nos está saliendo vertido de diferentes materiales». Explica que en esa capa de vertido, al igual que en el resto de la zona de trabajo, «hay ladrillo, tejas y alguna cerámica» mezcladas, como consecuencia del paso del tiempo, así como por la labor agrícola de arado y abonado del terreno.

Pese a que los miembros del equipo son cautos y prefieren no lanzar las campanas al vuelo, sí coinciden en que las primeras jornadas de trabajo son, al menos, ilusionantes por la cantidad de restos y materiales de época romana que aparecen a niveles muy poco profundos. «Tiene pinta de que va a ser algo potente, porque superficialmente está saliendo mucho material».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Viaje al pasado romano de Llanera