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JUAN VEGA
POLA DE SIERO.
Jueves, 8 de abril 2021, 02:06
La celebración de los Güevos Pintos más locales ha pasado factura a los hosteleros de Pola de Siero. A pesar de que las medidas restrictivas del nivel de riesgo extremo, vigentes en el concejo, ya auguraban un descenso en las cuentas, el mal tiempo no ... hizo más que acentuar la caída de la facturación hasta un 75% con respecto 2019, ya que el año pasado coincidió con la etapa más severa del confinamiento domiciliario. A modo de balance de seguridad, el regidor sierense, Ángel García, quiso destacar ayer que no se produjo «ningún incidente» de gravedad y que el comportamiento de todos los vecinos fue ejemplar «durante y después» de la fiesta.
Con el regidor del municipio coincide Alberto Díaz, propietario de La Loca del Moño, que recogió en su terraza gran parte de la intensa sesión de vermú. «El ambiente fue muy tranquilo y la gente fue muy respetuosa, pero el frío y la lluvia nos fastidiaron el día», explica. Coincide con el resto de sus compañeros de sector en que si hubiesen tenido la posibilidad de tener el interior de los locales abiertos se podría compensar el balance económico: «Por la tarde comenzó a llover y las terrazas que no estaban cubiertas se vaciaron». Por otra parte, Díaz apunta que «vale más seguir teniendo estas restricciones durante unos días que para siempre» y confía en que el esfuerzo que están imprimiendo todos los polesos «tenga su recompensa» en el futuro.
Otro de los grandes epicentros de los Güevos Pintos se concentró en la plaza Les Campes. Justo en el Rinconín, Gustavo Nuño tuvo la suerte de tener su terraza llena hasta el cierre. Durante toda la jornada pudo servir aproximadamente unas sesenta comidas. «Hubo momentos, a mediodía, en los que era difícil encontrar mesa; parecía el juego de las sillas», comenta. De la misma manera, aseguró que fue una fiesta «corta» que no hizo justicia a lo que debería haber sido. «El año pasado estábamos cerrados, así que algo mejor fueron», dijo en tono irónico.
La propietaria de El Cafetín, María José Souza, también se mostró muy decepcionada con el resultado final de los Güevos Pintos, a los que calificó como un «día más» con una afluencia un poco por encima de lo normal. «Bastaba con ver que muchos de nuestros clientes que habitualmente se vestían de asturianos no lo hicieron; tenemos que dar gracias porque no diluviase ya que, entonces, perdemos el 100%», abunda.
Los Güevos Pintos de 2021 se recordarán por ser los más locales de la historia y también los más tranquilos. Según ha podido saber este diario, no se registró ningún incidente de gravedad, durante la celebración de la fiesta en las calles y tampoco después del cierre de los bares, ya que la Policía no recibió ningún aviso en toda la noche.
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