Un grupo de alimentación andaluz compra Embutidos El Hórreo por 2,5 millones

Fue en el año 2018 cuando la realidad de la empresa dio un giro de 180 grados, después de que cuatro de los doce bancos con los que trabajan rechazasen su propuesta para realizar una reestructuración financiera motivada, a su vez, por la inversión para ejecutar una mudanza desde la villa condal al polígono de Granda, en Siero. Ni si quiera fue suficiente el crecimiento anual de 300.000 euros que generaba la empresa entonces.

Dada la situación, 'Sesé' y su equipo se pusieron manos a la obra para encontrar «a la mayor brevedad» un comprador dentro de los principales industriales del Principado. No funcionó y por eso se vieron obligados a buscar una opción en el mercado nacional. «Llegamos a recibir ofertas de un euro para comprar la empresa», comenta, en relación a la situación concursal.

Su objetivo era «preservar a toda costa» los empleos y la continuidad de una de las compañías más importantes en la historia chacinera de Noreña. Todo comenzó en 1908, cuando Severino Fernández Fombona, el abuelo de 'Sesé', fundó El Hórreo en la villa condal, que en esa época actuaba como eje comercial ferroviario entre Gijón y las Cuencas Mineras. Dieciséis años más tarde, las ganancias les permitieron abrir la primera fábrica industrial para producir la chacina en masa.

Ya en la década de los 50 los padres de 'Sesé' se hicieron con las riendas del negocio hasta que veinte años después se fusionaron con La Camina, El Chilu y La Esther y Fanjul para formar una sociedad mucho más potente, que se convirtió al instante en la punta de lanza de la chacinería regional gracias a una producción de más de 30.000 kilos semanales y a una plantilla de cincuenta trabajadores.

La época de bonanza económica sufrió un duro revés unos años más tarde. La familia Monte se vio obligada, entonces, a empezar de cero y volver a refundar en 1992 la actual compañía. «Comenzamos a exportar el producto por toda Europa y Cuba y nos dimos cuenta que nos habíamos quedado pequeños después de facturar 2,3 millones en 2016», concluye el actual gerente.

La situación del Hórreo S.L ha sufrido varios cambios drásticos a lo largo de más de un siglo. Después del traspaso de poderes, en el que no fue necesario despedir a nadie, trabajan en «aumentar» las zonas del mundo a las que llevar sus productos y «llegar a cuadriplicar beneficios» ya que la empresa «está estipulada para poder llegar a facturar hasta diez millones anuales». Queda mucho futuro por delante,