La feria ganadera de San Isidro anima al sector con «cifras récord y aforo lleno»

El objetivo fundamental de la Feria de Ganado de San Isidro es incentivar la compra-venta de reses, y a la vista de la expectación y el público, las primeras horas ya fueron claves. «Está todo lleno», adelantó el alcalde, incidiendo en «lo importante que es que haya animales, pero sobre todo, compradores». En esta edición, la sexta desde que empezara a celebrarse en 2017 y se viera truncada por la pandemia, el número de reservas y la antelación con la que se hicieron llamó la atención de los responsables, que saben que verán en el recinto ferial de Ables a más de 4.000 animales, «sin contar con el menudeo y los que llegan sin reserva».

El espacio estrena, además, su catalogación como recinto exportador, algo que la consejería les comunicó la semana pasada tras confirmar que «cumplimos una serie de requisitos en cuanto a dependencias, estructura y demás cuestiones técnicas», ahondó el alcalde. Esto agiliza y abarata las transacciones en tanto «ya se pueden exportar directamente desde aquí los animales», sin necesidad de esperar a hacerlo desde el mercado de Pola el lunes. De esta manera, «conseguiremos que paguen algo más a los ganaderos en origen», espera Gerardo Sanz. Los camiones de dos pisos y remolque procedentes de Francia que aguardaban ya ayer en las inmediaciones del recinto les permite ser optimistas.

La actividad ganadera en Posada empezó, como manda la tradición, a las 12, con el desfile inaugural de carros y animales. La comitiva salió puntual desde las inmediaciones de El Cruce con unos 700 animales procedentes de varios puntos de Asturias, así como de comunidades cercanas y en torno a 500 personas, la mayoría ganaderos, guiándolos porque «esto no ye un desfile de 'selfis', sino para el sector», recordó el alcalde, «emocionado» de ver tantos animales y, sobre todo, tantos ganaderos y haciendo referencia a cifras de participación «de récord».

Medio centenar de chavales dirigía la comitiva manejando a xatas y novillas a lo largo del recorrido, que atravesó la avenida Prudencio González de Posada y la carretera de San Cucao antes de llegar al recinto ferial. Fue una oportunidad de oro para que los más pequeños de la casa tomasen contacto con el mundo rural. «Son unos artistas, no hay más que verlos», celebró el alcalde verlos con «gran afición». Los 'pequemanejadores' han estado los últimos 15 días con los animales aprendiendo a relacionarse con ellos y a llevarlos.

El desfile de la Feria de Ganado de San Isidro transcurrió sin sobresaltos. De hecho, aquí comenzaron las negociaciones entre ganaderos. Solo un pequeño rebaño de ovejas se desvió unos minutos para catar un pasto cercano. Recorrieron las calles oveja carranzana, de Cangas de Onís; xaldas y cabras, de Salas; vacas asturianas de los valles locales; caballos de Llanera, Laviana y Teverga; mulas de Cangas del Narcea (incluida la que salvó a la yegua atrapada en el río Caudal el pasado enero) y parejas de bueyes de Llanera, Pravia, Castrillón, País Vasco y Cantabria, entre otros.