«A las escuelas rurales no nos ofrecen facilidades»

-Para el próximo curso se cierra la escuela de Aramil por falta de alumnos. ¿Qué supone esto para el CRA?

-Entiendo que habrá una reducción de profesorado cuando se revise todo, y porque los niños en un pueblo dan vida, aunque la situación de Aramil es distinta, porque tiene muchos centros cerca y niños hay. Da pena cerrar una escuela, pero llegó el momento en que las familias tenían otras necesidades.

-¿Cuántas matrículas tienen para este próximo curso?

-Tenemos 104 alumnos repartidos. 52 para Viella y 52 para Valdesoto. En este último hemos crecido un poco y por ello la Consejería de Educación nos da un aula más. Ahora habrá en ambos centros dos aulas de Infantil y tres de Primaria.

-¿Saben qué ha podido motivarlo?

-Creo que la implicación de los padres es clave. El AMPA de Valdesoto se ha organizado para poder ofrecer este año servicio de madrugadores y recogida tardía, algo que era muy demandado por las familias que se interesaban por la escuela. Es una mejora que creemos que vendrá muy bien.

-Los padres se implican mucho en el día al día del centro por lo que parece.

-Sí, al final son escuelas con poco alumnado y grupos menos numerosos, y creo que es algo que la gente busca en las escuelas rurales. Un entorno privilegiado y un trato un poco más personalizado, porque al final el numero de alumnos es inferior y eso se nota. La cercanía con la familia también es algo que agradecen. En colegios grandes con muchos niños no es que no quieran o no la tengan, pero es más difícil mantenerla.

-Con respecto a la pandemia, ¿qué se espera para este curso?

-El tercer trimestre del pasado curso ya fue más normal, con más salidas, y recuperando las jornadas de convivencia, aunque solo con alumnado cuando solemos hacerlo también con las familias. Estamos aún sujetos a posibles cambios por la evolución de la pandemia, pero tenemos intención de hacer las actividades de siempre y recuperar las jornadas de convivencia entre los centros. Es algo que intentamos hacer varias veces al trimestre con los alumnos de quinto y sexto.

-En cuanto a mejoras, en Viella se cambió la instalación eléctrica hace poco y ahora cuentan con un sistema de calefacción nuevo.

-Sí, se cambió el tema de la electricidad en los tres centros y se pasaron todas las inspecciones, y ahora agradecemos al Ayuntamiento el esfuerzo que han realizado para cambiar el sistema de calefacción. Teníamos mucha necesidad porque los acumuladores que teníamos eran muy viejos e insuficientes.

-¿Hay alguna otra petición que tengan para los centros? ¿Notan que les falta apoyo a los centros rurales?

-Siempre hay algo, en Viella tenemos pedido que nos arreglen el aula prefabricada que tenemos fuera. Al parecer, están tramitándolo, pero no sabemos si será para este curso o el que viene. En cuanto al apoyo, hay actuaciones que podrían favorecer a la escuela rural, no noto que haya facilidades para que las escuelas rurales contemos con servicios como madrugadores, o comedor.

-¿Les gustaría contar con comedor?

-Nos gustaría mucho. En Viella hay demanda, pero no sitio. Sin embargo, en Valdesoto hay espacio, pero es complicado. Para tener comedor tienes que tener un mínimo de alumnos y el porcentaje que piden es alto para una escuela rural. Quizás si empieza a funcionar, sale, pero contar con un 30% o 40% de alumnado total para el comedor es una cifra muy elevada para nosotros. Ahí no noto que nos echen un cable, por ejemplo, bajando esa cifra de alumnos mínimos. Sería de gran ayuda porque hay padres que necesitan esos servicios, y como nosotros no podemos ofrecerlos, se decantan por otros colegios que sí cuentan con estas facilidades sin problemas.