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El féretro, con la familia portando una flor, a la entrada de la iglesia de San Martín de la Carrera. P. N.
«Nos habéis demostrado lo querido que era nuestro padre», agradecen los hijos de García

«Nos habéis demostrado lo querido que era nuestro padre», agradecen los hijos de García

Un centenar de personas acuden a la iglesia de San Martín de la Carrera para despedir al hostelero fundador del hotel y baile Samoa

P. FERNÁNDEZ

EL BERRÓN.

Miércoles, 2 de junio 2021, 02:47

El Berrón arropó ayer a la familia de Ignacio García Fernández, quien falleció el pasado domingo a los 93 años en el Hospital Universitario de Asturias. Amigos, antiguos compañeros de trabajo, clientes y familiares se congregaron en la iglesia de San Martín de la Carrera para darle el último adiós y dar el pésame a la viuda, Josefina Canellada, y sus tres hijos, Isabel, Irene e Ignacio. También asistieron sus nietos y muchos amigos y antiguos clientes del baile y hotel Samoa.

La misa cantada fue de lo más emotiva, sonando el tema 'Estrella de los mares' por el coro de La Carrera.

La familia de García agradeció las muestras de cariño. «Vuestra presencia y apoyo siempre serán recordados con mucha emoción. Todas las muestras de cariño recibidas han sido, sin duda, el mejor de los consuelos. Nos habéis demostrado lo querido que era nuestro padre por todos vosotros. Gracias de todo corazón», reza el mensaje de la familia.

García, al que los camareros del hotel Samoa se dirigían como «tío Ignacio», dejó un poso en la hostelería de El Berrón imborrable. El negocio hostelero que fraguó junto a un grupo de amigos fue un referente en los años 70 y 80. El Samoa, que nació como el 'Baile del Chocolachú' partió de una idea surgida una noche de fiesta y fue tomando forma con el tiempo hasta establecerse como uno de los negocios más concurridos por los asturianos para celebrar todo tipo de celebraciones. Bodas, bautizos, comuniones, comidas y cenas de empresa... El Samoa era un hervidero de personas todos los fines de semana del año. Y también una gran familia. Allí, él supervisaba el trabajo mientras hacía reparaciones de lo que tocase.

Los banquetes hasta altas horas, los bailes sin hora de fin y las grandes paellas que preparaba cuando organizaban excursiones con el personal del Samoa quedan en el recuerdo de muchos. El hotel y sala de baile que regentó junto a un grupo de amigos fue el centro neurálgico de las celebraciones de El Berrón y los alrededores durante las décadas de los 70 y 80. Un negocio hostelero que dejó huella en la localidad sierense que ayer despidió a uno de sus fundadores.

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