El colegio de Lugo de Llanera solicita cámaras para evitar más actos vandálicos

La sorpresa de los profesores al llegar el lunes al colegio público de Lugo de Llanera fue monumental. Se encontraron cinco cristales rotos por el impacto de piedras y grafitis plasmados en las paredes del edificio de infantil y otras zonas del colegio. «Por el tipo de grafiti estamos investigando quién pudo haber sido», aseguró ayer el director del centro, Jesús Riesco.

Es la primera vez que ocurre algo así y fueron los propios profesores los que tuvieron que recoger los desperfectos. Entre el mismo lunes y ayer, el Ayuntamiento ya había procedido a la sustitución de los cristales dañados por unos vinilos y como tarde «mañana nos pondrán cristal de seguridad, que lo han tenido que encargar», comentó Riesco. Por otra parte, «me llamó la directora general de Infraestructuras, estoy muy agradecido por la respuesta unánime y todo el apoyo recibido», dijo.

La entrada de los vándalos fue sencilla, la portilla que conecta con el polideportivo Santi Cazorla se puede saltar fácilmente. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, el centro ha solicitado la instalación de unas cámaras de videovigilancia: «Hable con la concejala de Educación y le trasladé la petición de instalar cámaras que graben fuera del horario lectivo». En principio parece que la propuesta le pareció prudente y «posiblemente salga adelante», avanzó el director Jesús Riesco.