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Una de las clases de equitación en el picadero L'Asumu.

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Una de las clases de equitación en el picadero L'Asumu. IMANOL RIMADA

Pasión ecuestre en Siero

El concejo suma cinco escuelas y clubes de equitación con más de medio centenar de caballos | El cierre del Asturcón dispara la afición con una oferta de centros ecuestres que va desde lo puramente formativoa la cría de animales o la equitación terapéutica

Miércoles, 9 de enero 2019, 19:59

Desde los tiempos en los que se celebraba en Siero el concurso hípico durante El Carmín, la afición por la monta en el concejo ha sido una constante. Tras el cierre oficial de las pistas ovetenses del Asturcón, en 2016, fueron muchos los usuarios que buscaron continuar su pasión. El concejo vecino fue, en este sentido, uno de los más beneficiados. A día de hoy cuenta con cinco escuelas y clubes de equitación, con más de medio centenar de caballos. Nuevos centros ecuestres nacieron o ampliaron sus instalaciones con servicios que van de lo puramente formativo a lo lúdico, la equitación terapéutica o la cría. El Club Hípico L'Asomu abrió sus puertas en el año 2011 por la iniciativa de Aurelio García Alonso y Roberto Lucas González Álvarez.Lo hizo con el objetivo «de poder acercar la hípica a todo el mundo», explica Miguel Parajón, vicepresidente del centro, que tiene sus instalaciones en el antiguo campo del Fonganón, en La Carrera. Los servicios que ofrece son los de «estabulación y pupilaje de caballos, clases de equitación en iniciación, perfeccionamiento y salto de obstáculos, así como rutas a caballo».

También cuentan con un equipo de competición de salto de obstáculos formado por jóvenes de entre 9 y 23 años. «Nosotros tenemos más niños y adolescentes de entre 6 y 18 años que adultos, pero cualquiera que tenga ilusión y ganas puede aprender a montar», destaca. El objetivo básico que persiguen con el contacto entre los alumnos y los caballos es que «los niños pasen un buen rato y aprendan valores básicos para la vida como la paciencia, la amabilidad y la gratitud, las responsabilidades que conlleva cuidar un animal y el trato y cuidados que se le debe dar a cada caballo». A pesar de tener más demanda de gente joven, «cualquier persona puede aprender a montar». En sus instalaciones cuentan con 16 caballos. Una parte de ellos tienen dueños, que los dejan en pupilaje para uso personal y la otra parte pertenecen al club. «Contamos con caballo de deporte español, frisón, de pura raza española y muchos cruzados entre españoles, árabes, ingleses y KWPN», dice.

El centro tiene una nave con 16 boxes, dos guadarneses, una oficina, salón social, unas gradas y pista principal de 60 por 50 metros, en la que se realizan los concursos hípicos.También dispone de una pista secundaria de 50 por 30 metros. Miguel Parajón cree que en Siero «la afición a la equitación viene de años atrás, cuando se realizaba un concurso hípico durante las fiestas del Carmín.Era un atractivo que traía mucha gente y una tradición muy arraigada en la Pola».

Sonia de Santiago Martínez es la responsable del Club Deportivo Territorio Tanvi, con sede en Orial (Hevia). Se trata de «un espacio temático indio, donde tratamos de transmitir a los más pequeños una nueva metodología de trabajo basada en el manejo natural del caballo. Es decir, convencemos al animal de realizar el trabajo, sin forzarlo». Después de conocer y estudiar el manejo natural del caballo de la mano de su creador, Chico Ramírez, Sonia de Santiago quiso durante años «llevar a cabo ésta forma de trabajo, que en otros centros resultaba muy complicado poder desarrollar», al tener que renunciar a aspectos como «dar cuerda, a las tandas, a los hierros en la boca, por lo que empecé por mi cuenta y con mis caballos».

Experiencias a caballo

En el centro de Hevia se considera al caballo «como un ser que piensa y siente e intentamos respetar su esencia como animal, buscando el equilibrio de trabajo y el equilibrio mental». Básicamente ofrece experiencias con caballos. «Aquí no se llega y se monta, ya que se limpian cuadras, enseñamos a amarrar, a aparejar, se trabaja pie a tierra para establecer el liderazgo… Ofrecemos diversas actividades cuidando al máximo el bienestar del animal y no haciéndolo trabajar más de una vez al día», recalca. También dan clases a niños, realizan cumpleaños, campamentos ecuestres, acampadas de 24 horas en verano, terapias ecuestres, equitación terapéutica y formación en manejo natural del caballo. Cree que «en Siero y en Asturias en general hay una gran afición, que no es lo mismo que una buena cultura ecuestre. Pero desde hace años, cada vez más aficionados se preocupan por entender el comportamiento del caballo y su complejidad».

Toni Sariego es el responsable del centro ecuestre Appaloosa de Viella. «El centro tiene veinte años y yo llevo con el unos doce. Toda la vida estuve con caballos, siempre metido en actividades, doma y compraventa», resalta. En Appaloosa ofrecen «pupilaje para guardar caballos de terceros, dos pistas de arena, mucho monte para pasear, servicios de doma de caballos, clases de iniciación y rutas». En el centro cuentan con 35 caballos y 25 boxes. «Tenemos todo tipo de alumnos, pero predominan las niñas pequeñas y jóvenes, aunque ya se apunta más gente mayor, ya que estando bien físicamente la equitación no supone ningún problema».

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