«El Carmín no es una simple romería, es la romería con mayúsculas de Asturias»

La primera parada de la nave del tiempo de Calviño aterrizó en los lugares de la Pola de su niñez. En su discurso, reflejó el colegio público Celestino Montoto, el antiguo polideportivo Leandro Domínguez Vigil-Escalera o el campo de fútbol del Romanón, donde «en vez de ser una estrella fui estrellado», bromeó.

El viaje prosiguió, y sustituyó los colegios y campos de fútbol por pandillas de amigos y fiestas del Carmín. El empresario recordó cuando hace unos años los polesos se rebelaron contra la gente que tiraba comida y botellas en el prau de la fiesta. «Acabamos con ellos con silbidos y haciendo entender que ese no era el Carmín que queríamos», matizó.

Si el tiempo avanza rápido, el de la máquina del empresario mucho más: finalizó su discurso con una hipotética situación de las fiestas del Carmín en 2050 en la que el prau era de hierba artificial, sin árboles ni charangas. «No me gusta lo que veo, por lo que vamos a volver al presente. Es necesario que no se pierdan las tradiciones culturales en este tipo de fiestas», sentenció el pregonero. Tras su discurso, el Alcalde del concejo de Siero, Ángel García le hizo entrega de una placa conmemorativa.

Durante el acto, tuvo lugar la actuación de la Asociación Sierense de amigos de la Música y el cierre del día lo puso la tertulia polesa de 'Los Ñerbatos'.