La bendición de Güevos Pintos, «en vivo y en directo» tras dos años de pandemia

Así, «col Covid-19 en gran midía controlao y yá sin mázcarez obligatories», se arremolinaban al acercarse las doce del mediodía decenas de personas para volver a disfrutar de una de las fiestas más queridas en la localidad. Ni siquiera la lluvia logró empañar los ánimos de los asistentes, que abrieron el paraguas y pusieron «al mal tiempo bona cara» y comenzaron la mañana brindando con sidra bajo las carpas preparadas en las terrazas de los locales hosteleros.

«La Pola ye asina», explicaba Riaño en su discurso sobre lo experimentado desde su llegada a la capital sierense: «Voi entendiendo que los polesos y poleses vivís y crecéis a la vida nes cayes y caleyes d'esti pueblu».

La embajadora de las fiestas, Carmen Émbil, hacía gala de este espíritu con una ocupada agenda para el día. Comenzaba repartiendo el premio del concurso infantil organizado por la Sociedad de Festejos que ella misma ganó con cinco años. Su plan, el mismo que muchos: «Disfrutar con los amigos» y «alargar» la noche todo lo posible.

La bendición no estuvo exenta de guiños a la actualidad municipal y global. El párroco recordó que recientemente el Ayuntamiento ha aprobado «en diálogo y ensin oposición de naide» una partida de 12 millones del remanente. Esta servirá, indicó, para «siguir avanzando de frente --y en sin muches rotondes-- en xusticia y solidaridá», comentó con humor sobre los recientes proyectos de glorietas anunciados para el concejo. Tampoco faltó la mención al conflicto armado entre Ucrania y Rusia, una «guerra qu'a toos nos toca y que deseamos acabe yá».