El párroco de Lugones, Joaquín Serrano, durante la bendición. fotos: m. rivero

Los animales, ciudadanos de pleno derecho en Lugones

San Antón. La localidad celebra al patrón de las mascotas con una misa y bendición en la que ellas son las protagonistas

mónica rivero

Lunes, 16 de enero 2023, 00:55

Si le preguntan al párroco de Lugones, Joaquín Serrano, las mascotas también son familia y «son Iglesia». Y van a misa. Al menos en San Félix, donde cada año son decenas los compañeros de vida de otras especies los que acuden al templo para ser ... benditos con motivo de la celebración de San Antonio Abad –popularmente conocido como San Antón–, patrón de los animales.

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Para ellos todos los cuidados son pocos. No se merecen menos. Así, 'Pelos', llegaba en su propio carrito a la cita dominical. Con 17 años, esta mezcla de caniche y perro de aguas tiene problemas de artrosis, por lo que necesita una ayuda para seguir disfrutando de sus paseos al aire libre. Un apoyo que no le faltará por parte de la polesa Carmen Sánchez, quien lleva tres décadas cuidando de canes y mininos por igual.

No todo el mundo tiene esa devoción por sus mascotas. «Hay quien los maltrata y les hacen barrabasadas, no hay que consentir el abuso de animales, aunque nos metamos en un lío», criticó el religioso durante la homilía, en la que, como en anteriores ocasiones, animó a los niños a enfrentar «el reto de adoptar en vez de comprar» y respetar a todos los seres vivos por igual.

En el caso de 'Nana', ella es una más hasta para vestirse. La perrita asistía a la bendición con un abrigo de tela vaquera combinada con rosa digna de la más moderna boutique. «Normalmente le hago yo la ropa, pero este fue un regalo», explicaba María José García.

La gatita con heterocromía (un ojo de cada color) 'Blanqui', aparecía en una mochila transparente portada por Eva Maté. Era una ocasión especial, confesaba, ya que ella «prefiere quedarse en casa». Es donde suele estar Lola, la hámster de Olaya Veiguela, que lleva ya dos años corriendo en la rueda. No era su primera vez en San Antón y «quedó bien bendita», porque su especie no suele ser tan longeva, contaba el padre de la pequeña divertido.

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Como cada año, el punto de humor lo ponía Jorge Cabal con su gallo 'Piqué'. «Cuidado, que Piqué pica», bromeaba este imprescindible del evento con una sonrisa en la cara. «La próxima vengo con un jabalí amaestrado, como San Antonio», amenazaba en tono jocoso en referencia a la historia del patrón.

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