Un alumno del IES de La Fresneda crea una aplicación contra el acoso escolar

A sus doce años, González-Villamil piensa ya como un auténtico programador. Su interés por el lenguaje informático comenzó hace años gracias a sus familiares. Su curiosidad le hizo sumergirse de manera autodidacta en la aplicación 'Glide', una multiplataforma para construir aplicaciones y que utilizan los alumnos de la carrera de Ingeniería Informática.

Este hecho no pasó desapercibido para su profesora de tecnología, Rosana Álvarez, quien comparte las mismas inquietudes intelectuales que el estudiante. «Me di cuenta de que ya tenía desarrollada una aplicación de agenda escolar; a esta edad lo más normal es que los jóvenes lo tengan todo hecho y no tengan que pensar en nada ni desarrollar sus propias ideas», explica.

Dado el potencial de su alumno, le propuso materializar la idea de una aplicación para intentar poner freno al acoso escolar en las aulas. «Estuve con el diseño algo más de dos semanas», detalló González-Villamil. La aplicación está diseñada «exclusivamente» para los alumnos. Cuando uno de ellos sospeche de que se esté produciendo algún indicio de acoso solo tendrá que entrar en el programa y seleccionar uno o varios de los cien 'ítems' que tendrá disponibles para identificar el problema. «Tendrá a su disposición opciones como mi compañero no juega con nadie o siempre está solo», ejemplifican los creadores.

Tras identificar el motivo se deberá seleccionar el curso en el que ha ocurrido la incidencia y será la propia aplicación la encargada de hacer llegar un mensaje anónimo al tutor de la clase para alertar del problema.

Tal es la simbiosis entre alumno y profesora que de manera conjunta se han apuntado a un curso de programación para seguir actualizando sus conocimientos: «El objetivo es poder llevar la aplicación también al terreno del ciberacoso, pero eso es un proyecto que tenemos para el futuro».

Para la psicóloga Marta Valdés hay dos aspectos clave en el potencial de la aplicación. El primero está relacionado directamente con el anonimato del alumno ya que, considera, «elimina la variable miedo y el rechazo social». «Si yo soy el que denuncia y el resto se calla hay posibilidad de que me rechacen o los agresores vengan a por mí», expuso poniéndose en la piel del alumno. La otra variable que ve determinante es que sea la propia aplicación la que envíe la notificación al tutor porque «cuanto antes tenga conocimiento el adulto, mejor se va a manejar la situación».

El trabajo del IES de La Fresneda tampoco ha pasado desapercibido en el ámbito político. El desarrollo de la aplicación ha llegado a oídos de la agrupación municipal de Ciudadanos de Gijón, que ha propuesto a la alcaldesa socialista, Ana González, su uso en las aulas de los centros del municipio. «Estamos a la espera, a ver qué pasa, pero eso son grandes noticias porque el objetivo es, precisamente, poder visibilizar un problema invisible», concluyeron los impulsores.