La acusada de matar a su novio en Lugones: «No recuerdo nada, pero me arrepiento»

«¿Mató usted a 'Michel' el 17 de julio de 2018?». Con esta pregunta del fiscal Miguel Rodríguez Marcos comenzó ayer el juicio contra Ana María G. H., acusada acabar con la vida de su novio, Miguel Ángel Suárez Menéndez, 'Míchel', después de asestarle 35 puñaladas en el domicilio de los padres de ella en Lugones. «Yo no me acuerdo de nada; no sé nada», respondió. Sin embargo, la insistencia del Ministerio Público y del abogado de la acusación particular, José Antonio Ballina, que le preguntó si se arrepentía de haber matado a su pareja, propició que la acusada contestase muy tímidamente que «sí». Se enfrenta a 25 años de prisión por un delito de asesinato.

Ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo y el jurado popular, aseguró que la noche en la que sucedieron los hechos había consumido «todo tipo de drogas y alcohol». Una afirmación que el fiscal se apresuró a desmentir: «El informe realizado en el Hospital Universitario Central de Asturias determina que no se encontró en su organismo ningún rastro de alcohol o de drogas duras, solo de cannabis».

La procesada también negó en varias ocasiones mantener una relación sentimental con 'Michel', aunque se quedaba a dormir con ella. No logró justificar el porqué.

Explicó que aquella noche 'Michel' había llegado en estado de embriaguez a su domicilio familiar, donde, supuestamente, continuaron bebiendo. «Estaba piripi, bebió calimocho y Bacardí; y si quieres voy diciéndote más», le dijo al fiscal. La respuesta de Rodríguez Marcos fue contundente: «En la primera pregunta dijo que no se acordaba de nada, pero ahora parece que nos puede decir, incluso, lo que bebió; ¿Tiene usted memoria selectiva?, o ¿solo se acuerda de lo que quiere?», le espetó.

Llegado el turno de la acusación particular, el letrado José Antonio Ballina, fue directo y le inquirió si se acordaba de 'Michel'. Contestó que «no». Seguidamente, incidió en que si le daba pena saber que había fallecido. «No me acuerdo de nada, pero estoy arrepentida», dijo la acusada. «¿Se arrepiente, entonces, de acabar con su vida?», profundizó el letrado, a lo que Ana María G. H. respondió con ese tímido «sí».

Por su parte, el abogado de la defensa, José Luis Niño, alegó en todo momento que su representada padece una discapacidad mental, que sumada a la fuerte ingesta de alcohol y drogas le provocó «un delirio y una pérdida de control de la que no fue consciente hasta horas más tarde».

Los policías que intervinieron en el caso coincidieron en sus argumentos durante el juicio. Relataron que acudieron al lugar de los hechos tras «un aviso de suicidio», pero que, tras observar la escena, no tuvieron «ninguna duda» de que se trataba de un homicidio. «Cuando llegamos allí vimos el cuerpo del fallecido en la cama; estaba desnudo y todo a su alrededor estaba limpio; tampoco aparecía el cuchillo», indicó el primer agente que llegó a la vivienda. Además, continuó: «Nos llamó la atención la calma con la que madre e hija se encontraban en la cocina; y mucho más la actitud de su padre que nos decía que tenía que irse a la cama, porque madrugaba para ir al trabajo». Por último, todos los agentes aseguraron que, en un inicio, la madre de la acusada sostuvo la versión de su hija, pero que una vez que esta estaba detenida confesó a los agentes que, a media noche, acudió a su habitación para decirle: «Mamá, creo que maté a 'Michel'». Sin embargo, ayer, cuando fue su turno de comparecer ante la sala se acogió a su derecho a no declarar, al igual que el padre de la enjuiciada.

La acusada afronta una petición de las acusaciones pública y particular de 25 años de prisión y 10 años de libertad vigilada. Está previsto que la sesión continúe hoy, a las diez de la mañana, con la declaración de los testigos y peritos que no pudieron hacerlo ayer.