La acusada de un atropello mortal en Siero en 2018 elude la cárcel

La abogada de la defensa, María Telenti, ansiaba con lograr rebajar aún más el tiempo de retirada de carné de su defendida. Y es que, según explicó, la acusada necesita del coche a diario para ir a trabajar a una residencia de ancianos que está ubicada en una zona sin medios de transporte público. Además, una vez que concluyan los dos años y medio de retirada del carné, tendrá que volver a examinarse para obtener el permiso de conducir.

La abogada de la acusación, Teresa Suárez, esgrimió que la familia de la fallecida entendía que la acusada se tendría que ver privada por un tiempo del carné de conducir y, además, que necesitaba reciclarse en estos conocimientos. Por ello, no dieron su brazo a torcer en cuanto al rebaje de la pena en ese sentido, que el Ministerio Fiscal había pedido inicialmente que durase tres años.

La acusada tampoco podrá delinquir en un periodo de dos años para que la condena de un año de prisión se cumpla. En cuanto a las indemnizaciones a terceros, la compañía aseguradora resarció de los daños ocurridos en el fatídico accidente del 11 de octubre de 2018. En concreto, abonó a cada una de las herederas unos 25.000 euros, así como unos 15.000 a la hermana de la fallecida.

Los hechos se remontan a octubre de 2018. La acusada conducía por la carretera AS-323, que une Langreo con Carbayín, en dirección a Vega, sobre las 11 horas del 11 de octubre de 2019, circulando, según sostiene el Ministerio Fiscal, a velocidad inadecuada, sin prestar la mínima atención a las circunstancias de la circulación, sin tomar las mínimas precauciones pese a que la calzada estaba mojada, deslizante y en regular estado de conservación. A la altura del kilómetro 5,900, en un tramo recto a la salida de una curva de amplio radio a la izquierda, invadió la banda contraria de rodaje y sin realizar ninguna maniobra evasiva atropelló a María de las Nieves Ríos García, quien en aquel momento caminaba por el borde izquierdo de la calzada de espaldas a la acusada. La peatón, de 82 años, viuda y con cuatro hijas, falleció en el mismo lugar de los hechos. La víctima era muy conocida en Tuilla porque había sido militante de Izquierda Unida y Comisiones Obreras.