Dos parejas se pelean con una navaja y un spray en pleno centro comercial

El incidente no fue a más gracias a la rápida intervención de los equipos de seguridad, pero las consecuencias podrían haber sido muy negativas. El miércoles por la noche dos parejas se enzarzaron en una disputa en el interior de un centro comercial de Paredes armados con una navaja de importantes dimensiones y un spray de defensa personal, lo que atemorizó a los clientes, que en cuanto pudieron abandonaron la tienda para no verse envueltos en la agresión.

A las nueve y media de la noche, la Guardia Civil recibió la llamada de alerta: había una posible víctima de arma blanca en el centro comercial de Paredes. Cuatro personas habían iniciado poco antes una discusión en el interior de un establecimiento de ropa deportiva. Tras varios empujones y forcejeos, una de las mujeres empleó un spray de autodefensa que afectó no solo a los participantes en la trifulca, sino también al resto de clientes que apuraban una jornada de compra. Asustados, salieron de la tienda en cuanto pudieron, creando gran alarma.

Aunque finalmente no hubo heridos, los agentes identificaron a los implicados en la pelea e intervinieron un arma blanca de grandes dimensiones: una navaja de 37 centímetros. Ninguna de las parejas presentó denuncia, pero se enfrentan a cargos por alteración del orden público y tenencia de armas blancas, según informó ayer la Benemérita.

Protocolos

Fuentes del centro comercial rebajaron lo ocurrido a un «incidente puntual», e insistieron en que, en estas instalaciones, tienen «protocolos de seguridad claros» que activan en caso de situaciones de peligro, como grandes catástrofes o atentados.

La rápida intervención de la seguridad del centro, primero, y de la Guardia Civil, posteriormente, impidió que el desagradable episodio llegara a mayores. Desde el establecimiento en el que se produjo el altercado se optó por no hacer declaraciones. No obstante, fuentes corporativas indicaron que ahora sus abogados están estudiando las acciones a seguir.

A. L. Á. se encontraba en el lugar de los hechos cuando sucedió la pelea. «Cuando salí a la calle vi mucha gente mirando y a la Policía revisando el interior de dos coches», indicó. Explicó que «estando dentro noté picor de garganta, tos y sensación de ahogo, pero lo achaqué a algunas obras en las instalaciones o a la pintura». Insistió en que la sensación de alarma apenas duró lo que tardó la seguridad en intervenir; donde sí aclaró que se produjo una mayor concentración de gente «fue a la puerta, como espectadores».

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