José Cezón
Miércoles, 2 de diciembre 2015, 00:31
El Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a una pena de ocho años de prisión al hombre que atracó el pasado 30 de abril, a punta de pistola, la sucursal de Liberbank de la Urbanización de La Fresneda y que fue detenido poco después en la calle por un agente del Cuerpo Nacional de Policía, quien se encontraba fuera de servicio y desarmado. La sentencia contempla un delito de robo con violencia con dos faltas de lesiones, un delito de tenencia ilícita de armas y un delito de resistencia con otra falta de lesiones. Contra la sentencia cabe un recurso de apelación que resolverá la Audiencia Provincial.
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Los hechos se produjeron sobre las diez de la mañana del jueves 30 de abril en la sucursal situada en la Plaza Mayor de la urbanización sierense. El condenado accedió al interior con un peluquín de color castaño oscuro, una gorra negra, ocultando su rostro con una braga negra de tela y portando una pistola semiautomática, marca Astra y modelo Constable, que contenía seis balas en el cargador y otra en la recámara.
El condenado gritó «esto es un atraco» y encañonó a los cuatro clientes que se encontraban en la oficina, a los que condujo al despacho del director. Seguidamente, se dirigió al empleado de la ventanilla y le exigió «de forma alterada y agresiva» que metiera todo el dinero en una bolsa que portaba, mientras le propinaba fuertes golpes en la cabeza con el arma, además de patadas y empujones.
Un botín de 10.060 euros
Acto seguido, se dirigió al despacho del director exigiéndole más dinero, mientras le apuntaba con la pistola y le daba patadas. Tras conseguir más dinero, obligó a ambos empleados a llevarle hasta la caja fuerte con nuevas agresiones. Al final, emprendió la huida con un botín de 10.060 euros. Mientras tanto, en la esquina exterior de la oficina, se encontraba el agente de policía, fuera de servicio y desarmado, que había sido alertado del atraco por una trabajadora de la zona. El agente le dio el alto al atracador exhibiendo su carné profesional, pero su reacción fue tratar de agredir al agente y sacar la pistola. El policía logró desarmarle de un manotazo y el agresor comenzó a darle puñetazos en el pecho. Ambos cayeron al suelo hasta que el funcionario logró reducirle.
Tanto el empleado como el director de la sucursal sufrieron diferentes lesiones como consecuencia de los golpes, al igual que el agente de policía. Los dos primeros no presentaron ninguna reclamación por las lesiones sufridas, pero el agente sí lo hizo y será indemnizado con 240 euros por las lesiones, además de la cantidad que se acredite en la ejecución de sentencia por la rotura de su pantalón.
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La sentencia condena al atracador a cinco años de prisión por el robo con violencia y las dos lesiones a los empleados, dos años por tenencia ilícita de armas y otro año por la resistencia y las lesiones al agente. El condenado tenía, además, antecedentes penales. En diciembre de 2003 fue condenado por un Juzgado de Logroño a dos años y nueve meses de prisión por un delito de robo con violencia. Y en mayo de 2009 fue condenado a tres años y cinco meses de prisión por un Juzgado de Bilbao por otro delito de tenencia ilícita de armas.
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