A golpe de spray en Santa Bárbara

Vio una foto del templo con el skatepark en su interior y lo tuvo claro. No había lugar mejor para plasmar la cultura urbana y darle colorido a la iglesia de Santa Bárbara, situada en pleno polígono de Asipo, en Llanera.

Se llama Óscar San Miguel, aunque todo el gremio del arte urbano lo conoce como Okuda, un artista nacido hace 35 años en Santander. Sus primeros trazos con un spray de pintura fueron sobre muros y en fábricas abandonadas de su tierra natal. Comenzó a pintar en la calle en el año 1997 y de aquella sus creaciones ya eran fácilmente reconocibles en el mundillo del grafiti.

Al talento le quiso sumar conocimientos técnicos y se trasladó a Madrid en el año 2000 para licenciarse en Bellas Artes. «Suelo mezclar lo académico con la libertad que te da el espacio urbano», cuenta Okuda.

El proyecto de decorar la iglesia de Santa Bárbara, desacralizada, se denomina Kaos Temple, y se está llevando a cabo a través de una campaña de crowdfunding micromecenazgo. Okuda y sus ayudantes Mister Piro, Antonyo Marest y Pablo Hatt, «el equipo para los trabajos importantes», comenzaron a pintar el pasado lunes y finalizarán su trabajo hoy.

Paraello pidieron permiso a la Church Brigade, un colectivo de skaters que se ha afanado por conservar el edificio y, de paso, instalar un skatepark. «El mundo del skate y la pintura conviven perfectamente», afirma el artista. «Me atrae mucho la idea de convertir la arquitectura clásica en algo contemporáneo». Así, Okuda y su equipo han llenado de color los muros, las bóvedas y las vidrieras. En líneas generales, se trata de reinterpretar la iglesia como el lugar de reunión que es, pero elevándolo como una referencia artística y cultural del siglo XXI.

Al mismo tiempo, la productora Vietnam Estudio ha enviado a un equipo de grabación para filmar todo el proceso. La idea es hacer un time lapse que se proyectará el 10 de diciembre, día en el que se celebrará la fiesta de presentación del proyecto, promovida por Red Bull.

Han tenido que reunir una cantidad cercana a los 25.000 euros. Los mecenas recibieron a cambio una recompensa, en función de la cantidad. El dinero ha sido necesario, ya que han tenido que utilizar elevadoras para poder pintar las bóvedas de la iglesia y llegar a las vidrieras.

Óscar San Miguel es un artista con proyección internacional. De hecho, un día antes de llegar a Llanera aterrizó en Madrid procedente de México, donde ha pintado uno de sus reconocidos murales, plagado de estructuras geométricas y una gama cromática interminable, estilo conocido como Surrealismo Pop.

Realiza piezas tanto individuales como colectivas, que se pueden ver a lo largo y ancho del globo. En la India, Mali, Mozambique, Estados Unidos, Japón, Chile, Brasil, Perú, Sudáfrica, México y países de Europa se pueden encontrar murales con el sello de Okudart. Incluso marcas comerciales de ropa, cosmética y electrónica han contado con sus servicios para realizar sus campañas comerciales.

La cultura urbana ha llegado al templo de Asipo para quedarse. Todo aquel que quiera disfrutar de los murales de Okuda podrá hacerlo a partir de mañana.