La alcaldesa de Noreña renuncia a liberarse: compatibilizará Alcaldía y docencia

La alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, de Independientes por Noreña (IPÑ), ha decidido renunciar a cualquier tipo de liberación política o laboral y anunció ayer que va compatibilizar las nuevas tareas municipales con su trabajo como profesora.

Durante las reuniones mantenidas en las últimas semanas con el resto de grupos políticos, la regidora ya les había comunicado que no contemplaba abandonar totalmente la docencia, pero que sí iba a intentar obtener una liberación por unas horas en la enseñanza para poder permanecer más tiempo en el Ayuntamiento. Sin embargo, Antuña se encontró con problemas administrativos, derivados de la normativa expresa del profesorado, que le dificultaron conseguir esa liberación parcial.

La alcaldesa mantuvo varias reuniones en la Consejería de Educación, donde le plantearon diferentes alternativas, pero sin garantizarle una compatibilidad adecuada. A esa circunstancia se le unió el debate político surgido con el tema de las retribuciones de los concejales, por lo que consideró que no era el momento de cargar un gasto mayor al Consistorio.

La alcaldesa muestra, además, plena confianza en su equipo de gobierno. «Con una organización adecuada, y gracias a las liberaciones parciales aprobadas para ellos por el Pleno, estoy segura de que podemos gestionar el Ayuntamiento por y para los noreñenses y sin desatender en ningún caso la responsabilidad que los vecinos han depositado en nuestras manos», declaró Antuña.

La regidora añadió que el reciente debate retributivo le hizo ver que una cuestión «que yo creía meramente organizativa, podría acabar distorsionando las razones por las que yo decidí presentarme a las elecciones». Y reiteró que no encabezó la lista de IPÑ «para acceder a un sueldo que, por fortuna, ya percibo por mi desempeño profesional, ni para cambiar mi trabajo en el ámbito educativo por otro, algo que nunca se me pasó por la cabeza. He sido profesora toda la vida, es mi vocación y si hubiese tenido que elegir entre dar clases o ser alcaldesa, no me hubiera presentado a un cargo público».

Antuña quiso agradecer a los responsables políticos y técnicos de la Consejería de Educación «por la sensibilidad que han mostrado conmigo y con mi situación, y por tratar de encontrar una solución satisfactoria. Pero, finalmente, he decidido que no voy a solicitar liberación de ningún tipo».