José María Montes, ayer, atiendendo a una clienta en su puesto de embutidos en el Mercáu Yerbatu de San Julián.

Bimenes apuesta por el trueque

La plaza de San Julián acoge el primer sábado de mes un mercado vecinal

LYDIA IS

Domingo, 2 de noviembre 2014, 00:28

«El cincuenta por ciento de las ventas que hago son a través del trueque». Antonio Reyes es vecino de Suares y uno de los participantes en el Mercáu Yerbatu, una iniciativa ciudadana que lleva medio año en funcionamiento y que se celebra el primer sábado de mes, entre las once de la mañana y las tres de la tarde en San Julián, en Bimenes.

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Una feria alternativa en la que además de las transacciones económicas, lo importante es la colaboración y la relación con el entorno. «Suelo intercambiar libros de segunda mano por productos de otros compañeros», explicó Reyes. Ayer, sin embargo, decidió cambiar el puesto y junto a Ángel Acebal ofreció productos ecológicos. «Además de los excedentes de la huerta tradicional tengo otras cosas que no se ven tanto por aquí, como pak choin, una verdura de origen chino parecida a la lechuga y con la consistencia de la acelga, rabanitos, calabazas o distintas variedades de nabiza», señaló. Acebal, por su parte, es muy aficionado a las gallinas. «Lo bueno de este mercado es que te puedes adaptar al tiempo que hace y a la temporada y traer lo que quieras, nosotros vamos variando», apuntó.

La idea del Mercáu Yerbatu surgió a raíz de la puesta en marcha de El Tenderete, el mercado de Santolaya de Cabranes que con algo más de un año de vida se ha convertido en un referente en la comarca. «Muchos de nosotros queríamos ir, pero no teníamos sitio o había lista de espera y decidimos montar uno propio», explicaron Vanesa Delgado y Teo Ámez.

En su puesto ofrecen ropa de segunda mano, mermeladas caseras, cuero y artesanía y les ha servido como salida laboral. «Hace falta un poco de empuje y apoyo por parte de los vecinos, Bimenes tiene mucha población mayor y a la gente le cuesta salir de casa si no sabe lo que se va a encontrar, pero creo que el mercado servirá para dinamizar el concejo y darlo a conocer», añadió Delgado.

Pequeños emprendedores

Otro ejemplo de que el de San Julián no es un mercado al uso es que los más pequeños también emprenden. «Hacen intercambios de juguetes, de libros y van a aprendiendo a hacer cosas propias, es otra manera de participar en la sociedad», apuntó Ángel Acebal.

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Tampoco tienen las puertas cerradas los empresarios locales, una oportunidad que no desaprovecharon en Embutidos El Pedregal. «Hacía falta un mercado sobre todo para los comercios y los locales del concejo y yo la verdad es que estoy contento con cómo está yendo, la respuesta de la gente es bastante buena», apuntó José María Montes, que ofrece en su puesto, entre otras cosas, longaniza de potro y de vaca, embutidos de jabalí, empanadas y bollos preñaos.

El Mercáu Yerbatu engloba puestos de artesanía, productos de segunda mano, de elaboración propia y de la huerta local. Además, no faltan vendedores procedentes de otros municipios. «Se intentó hacer para que no coincidiera con otros mercados similares y facilitar que otra gente pueda darse a conocer», comentaron los organizadores.

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