El sector del juego afronta un momento difícil. Hay en la sociedad la sensación de que aumenta la ludopatía y preocupa en especial lo que afecta a los menores. Alejandro Landaluce es el director general del Consejo Empresarial del Juego (CeJuego) y, según ... sus datos, esa sensación no tiene «nada que ver con la realidad». Sí le preocupa al sector que no se trate a los distintos modelos de juego de igual manera y que los haya que tienen mejor fama, como los dependientes del Estado o de la Once, frente a los privados. Por eso, reclama una reglamentación «para todos». «No creemos en la prohibición, sino en la regulación», defiende.
-En toda España aumenta la preocupación por un supuesto incremento de la adicción al juego. ¿Ustedes la comparten?
-En España no hay alarma social. Ahora hay una sensación que no está refrendada con los datos.
«Hay que controlar los mensajes dañinos, el número de impactos o los mensajes insistentes»«No entiendo que nadie se tomara a mal que un menor ganara la Lotería del Niño»
-En Asturias hay partidos políticos que quieren endurecer la legislación, sobre todo pensando en los menores...
-Endurecer no tiene sentido. El juego está prohibido a los menores y defendemos la tolerancia cero. Además, existe la Policía del Juego y en las más de 400 inspecciones realizadas en Asturias el año pasado no se registró ningún caso. Sí se puede hablar de medidas para mejorar el sistema, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas tecnologías.
-Precisamente el juego 'online' está en el foco del debate. ¿Cómo se puede controlar que los menores no jueguen?
-Una cosa es la adicción a las nuevas tecnologías y otra al juego. Según un muestreo importante del ministerio, la ludopatía no creció, es del 0,3%. A lo mejor se hacen encuestas en hospitales o centros de tratamiento que distorsionan la realidad. Pero es una adicción que está muy por debajo de otras como las de las nuevas tecnologías, que es del 17%, o a las compras compulsivas, que son del 7%.
-¿Ahora se juega más que antes de la crisis?
-Desde 2007 se juega menos. El sector del juego bajó un 40%. Ahora se recupera, pero sigue con una bajada del 30%. Los juegos más tradicionales no se recuperan, al tiempo que han surgido nuevos tipos de oferta. En España, el juego 'on line' supone 300 millones de euros, pero hay que decir que en estos años en las máquinas de hostelería descendió la recaudación 1.500 millones.
-Hay quien dice que a pesar de que el juego está prohibido a los mejores, sí tienen fácil acceso a los sistemas 'online'. ¿Qué piensa?
-Para registrarse en una página de juego hacen falta unos requisitos muy importantes, como un DNI y una cuenta corriente. En 2011 se consiguió que se eliminara el juego alegal de las páginas '.com' y solo fuera legal el de las '.es'. Si un menor juega en estas páginas es porque hay un mayor que lo habilita, con lo que está cometiendo un delito, o hay un caso de suplantación de identidad. Pero tampoco sería lógico, porque los premios se pagarían al titular de la cuenta, no al menor que ha hecho la apuesta.
-Otra polémica es el exceso la publicidad sobre el juego en la televisión y en horarios protegidos.
-La ley es de 2011, pero falta por hacer el reglamento de la publicidad. Hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas tienen competencia en el juego presencial y el Estado en el 'online', en sus propios juegos y en los de la Once, pero habría que tratar al juego como a uno solo. Es necesario que salga esa regulación para que haya unos horarios muy estrictos. Por ejemplo, la ley estaba pensada para cuando solo televisaban partidos de fútbol por la noche, pero ahora los hay todo el día y eso hay que tenerlo en cuenta.
«Controlar el mensaje»
-¿Qué piensa de que se quiera prohibir que personajes conocidos, como artistas o deportistas, publiciten el juego 'on line'?
-Más importante de que lo haga un famoso es qué se dice, el control del mensaje. En las loterías del Estado, por ejemplo, salieron cantantes y a nadie le pareció mal. Pero cuando se trata de mensajes dañinos estamos en contra.
-¿A qué se refiere con mensajes dañinos?
-A que te digan que por apostar un euro te puede cambiar la vida, que le puedas hacer una 'peineta' al jefe porque te tocan muchos millones. Pero también la insistencia, como el 'juega, juega, juega'. El mensaje ha de ser que el juego es para divertirse, un pasatiempo, una distracción. Pero también hay que controlar el número de impactos. Todo eso no es bueno.
-Veo que piensa que los juegos del Estado no se contemplan igual que los de las empresas privadas...
-El Estado se contradice. No entiendo que nadie se tomara a mal que un menor ganara la Lotería del Niño. Salía en las noticias como algo simpático. Siempre hay que pedir el carné de identidad a los menores, pero la realidad es que en los despachos de lotería y en la Once nadie lo hace.
-¿Cómo está la situación del sector del juego en Asturias?
-Desde 2008, abrieron dos salones, cerró un bingo, se mantiene el mismo casino, hay 1.400 máquinas menos en locales de hostelería y abrieron seis casas de apuestas. Pero la realidad es que en Asturias el juego bajó en torno al 30%. En cambio, el juego público solo descendió en la región el 0,01%, lo que si lo unimos al descenso de la población resulta que creció. Pero ese descenso general del juego durante la crisis yo lo interpreto como buena salud de la sociedad, es decir, que sabe que somos ocio y en momentos de falta de dinero se elimina el juego al igual que otras actividades, como ir al cine o a un restaurante.
-¿Qué nivel de creación de empleo tiene el sector en Asturias?
-Hay unos 1.300 empleos directos, pero hay que añadir el indirecto. Los cálculos indican, por ejemplo, que con la recaudación de una máquina en un bar se contrata a un camarero. Por otro lado están los impuestos que pagan las empresas del juego en Asturias, que representan unos 27 millones de euros. En el conjunto de España son 1.200 millones.
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