El sector turístico espera recuperar este año los 867 millones perdidos por la covid

Hace dos años, el aporte del sector turístico a la economía regional cayó a niveles del 'annus horribilis' para la industria del ocio asturiana: 2012. En aquel momento, el turismo solo aportó a las cuentas del Principado 1.413 millones, bajando el peso del sector al 7,1% del VAB (Valor Añadido Bruto).

Unas cifras muy parecidas a las aportadas por el negocio turístico en 2020. De acuerdo al último dato oficial, ese año fueron 1.458 los millones que llegaron a las arcas regionales de la mano de los viajeros. Un descenso de 867 millones en un año y una caída del peso específico del sector al 7,44%. Un batacazo económico que no fue mayor porque la pandemia que evitó viajar al extranjero obligó al turista a mirar hacia el interior, una mirada que puso a Asturias como destino favorito, por vez primera, en los meses de julio y agosto.

Ese lleno en el primer verano covid no impidió, no obstante, el descenso económico. Uno que llegó justo después de que el sector turístico asturiano hubiera batido todas sus marcas. El 'turista 2 millones' que llegó por primera vez en 2015, nunca más volvió a irse. Y llegó a su punto más alto en 2019, cuando en el Principado se alojaron 2.348.627 turistas. Realizaron ellos, también, un número de pernoctaciones que rompió todos los techos anteriores: 5.747.219.

Y con esos mimbres, el aporte de alojamientos y restauradores a la economía regional tuvo sus mejores números: 2.325 millones. El sector turístico se consolidaba por encima del 10% del VAB. Esta vez, en su máximo histórico: el 10.77%.

Una meta que el sector quiere volver a cruzar. Los alojamientos asturianos han recibido ya al turista 'un millón'. Volvió a llegar, como lo hizo en 2019, el último año antes de la pandemia, en julio.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) entre enero y julio se alojaron en hoteles, campings, apartamentos turísticos y alojamientos rurales 1.211.050 personas que compraron 2.944.860 pernoctaciones.

Son 22.964 viajeros menos, pero 89.250 reservas más que en el mismo periodo, de enero a julio, del año de récord, el último prepandémico: 2019. Una caída de viajeros que llega de la oferta rural, pues logró sus mejores cifras en la pandemia, acogiendo al turista nacional que huía de la covid.

Sin embargo, el sector pone los ojos en otros números: los de ocupación e ingreso diario. Y ahí Asturias sigue lastrada por una oferta que supera a la de comunidades vecinas de mayor tamaño. En la región hay una plaza hotelera para cada 38 habitantes. En Galicia, una para 41. El País Vasco sube a 67. En total, Asturias ofrece hoy 108.021 plazas, cifra disparada por el boom de los pisos turísticos. Tienen 11.183 plazas, más que las casas rurales (7.583).

Así, la ocupación media hotelera hasta julio ha sido del 36,7% en Asturias, frente al 44% de Cantabria y al 49,2% del País Vasco. Y el ingreso medio por plaza quedó en julio en 53,4 euros. El más bajo del norte salvo Galicia, que se quedó en 44,79. El turista debe venir, pero también gastar.