El secretario de Turismo aboga por un «control inteligente» del acceso a Picos

Son los dos primeros proyectos de este tipo que se desarrollan en el Principado y, según Valdés, ejemplifican por dónde han de ir los tiros en «el escenario postpandémico». El secretario de Estado aboga por la sostenibilidad «no solo mediambiental, sino también social y territorial». Y ayer, de hecho, instaba al Principado a «aprovechar los fondos europeos para consolidar su propuesta de destino seguro, sostenible, auténtico y singular».

Pero también «para apostar por las nuevas tecnologías y lo que pueden ayudar a una oferta tan rica como la que tenéis aquí», y que Valdés relacionó con la gastronomía, la cultura, la naturaleza, las tradiciones o el Xacobeo. «Las nuevas tecnologías tienen que ayudar a la desestacionalización de la demanda», señaló Valdés, o para «gestionar mejor», con un «control inteligente» los accesos a los parques naturales y espacios protegidos, algo que trae de cabeza al Principado en las temporadas altas del turismo y que suele ser motivo de polémica, especialmente el control de visitas al Parque de los Picos de Europa.

«Se puede trabajar de una forma más diversificada para no generar excesos con las visitas», propone el secretario de Estado. Se trata, en definitiva, de «utilizar todos los medios para una gestión inteligente de los espacios, más allá de establecer tasas u otras opciones restrictivas». Algo posible, en su opinión, porque «el turista que va a venir es otro turista, con respeto por el territorio y por las condiciones en las que se desarrolla su experiencia turística».

Ayer, compartió su diagnóstico del presente y futuro del sector con la Mesa de Turismo de Fade (Federación Asturiana de Empresarios) y representantes de la patronal de Hostelería y Turismo (Otea), en una reunión previa a la firma de los convenios de Onís y Somiedo, en los que también estampó su rúbrica la consejera de Cultura, Política Lingüística y Turismo, Berta Piñán. Al acto, que tuvo lugar en Laboral Ciudad de la Cultura, en Gijón, asistieron además la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, la delegada del Gobierno, Delia Losa; y los alcaldes de Onís y de Somiedo, Juan Manuel Abeledo y Belarmino Fernández, respectivamente.

Sus planes de sostenibilidad turística, que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo seleccionó entre un total de 152 proyectos, suponen una inversión total de tres millones de euros, a gastar en los próximos tres años. Su financiación es fruto de la colaboración entre el Gobierno central, el autonómico y las entidades locales implicadas.

«El sector turístico es fundamental en la apuesta de futuro de Asturias. Vamos a colaborar para que las inversiones que se hagan tengan el mejor impacto», se comprometió Fernando Valdés. Los concejos de Onís y Somiedo «son pioneros en esta aventura» del programa de planes de sostenibilidad, que el ministerio reforzará «de forma excepcional» con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia previsto para afrontar la crisis económica derivada de la covid-19, y que ya ha sido aprobado por la Unión Europea.

En palabras de la consejera Berta Piñán, se trata «de dos proyectos de gran calado», que repercutirán muy positivamente a medio y largo plazo en los concejos donde se van a desarrollar, en un momento en el que el asentamiento de población y la sostenibilidad medioambiental «ha cobrado tanta relevancia para el equilibrio de nuestro territorio». Piñán destacó también el hecho de que estos planes se localicen en las alas de Asturias, que «deben ser en los próximos años protagonistas de nuestras políticas turísticas», en línea con la agenda 2030.

A través de los planes de sostenibilidad turística, los concejos de Onís y Somiedo podrán articular actuaciones que permitan reactivar su economía frente a las consecuencias de la pandemia. Ambos ayuntamientos llevan meses trabajando en dichos planes: desde inicativas de ecoturismo a miradores para contemplar osos desde la precaución.